SANTO DOMINGO.- Trabajan con amor y orgullo en el 911. “Ahí vamos nosotros”, dice cuando ve circular una ambulancia, un carro de Policía o de Bomberos. Reciben y despachan las llamadas de emergencia. Son jóvenes. Capacidad y ganas de servir a los demás, se exige.
163,000 llamadas han atendido desde el inicio hace siete meses del 911 en nuestro país. Sólo los días 24 y 25 de diciembre atendieron 3,649 emergencias.
El Sistema de Atención a Emergencias y Seguridad 911 está ayudando a cambiar la manera con la que los dominicanos y dominicanas atendemos, conocemos e informamos de las emergencias que suceden en nuestra cotidianidad. Podría decirse, sin exagerar, que se ha iniciado un cambio cultural.
Esto así porque para funcionar (¡y funciona muy bien!), el 911 exige la coordinación y la colaboración de instituciones como hospitales, de Policía, de AMET y de Bomberos que, a su vez, están obligadas a funcionar con excelencia para lograr un propósito: salvar vidas y negocios.
Coordinación institucional para la atención en excelencia, es en esencia el 911.
Además, esta coordinación se hace en el territorio, reclamando precisión cartográfica.
Igualmente, el cambio cultural comienza a notarse en los boletines. Por la complejidad y la diversidad de su tarea de atención, los boletines del 911 ofrecen una relación detallada y minuciosa de la batalla por salvar vidas y negocios.
Así, cada día, cada hora, en cada llamada, una nueva y hermosa relación gobierno-sociedad se va construyendo en torno a las emergencias de la cotidianidad.
Con razón quienes trabajan en el 911 sienten orgullo de ser parte: combaten la adversidad para derrotarla. Es su talante y su norte. Por amor a los demás.
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