Valle Nuevo y Domínguez Brito/Autor: César Nicolás Penson
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La valiente Resolución del Ministerio de Medio Ambiente y la actitud decidida de su titular, Francisco Domínguez Brito, deben concitar el apoyo militante de la conciencia dominicana.
El Parque Nacional de Valle Nuevo es un área protegida, en teoría, con una biodiversidad muy peculiar y de características únicas, ubicada a unos 2,200 metros sobre el nivel del mar, con cerca de 910 km2.
Se estima que, a la llegada de los españoles, existían muchos lagos de poca profundidad. Allí viven 66 especies de aves, 48 de mariposas, 29 de reptiles y 17 de anfibios. Dentro del parque se han reportado gatos silvestres, ligeramente mayores que los gatos domésticos comunes. Hay también conejos silvestres introducidos, que se han propagado en el área de La Nevera y Sabana Quéliz.
Las manaclas (Prestoea montana) han sido diezmadas en un 90%. Durante decenios, la permisividad oficial hizo posible una marcada degradación de la zona con “derechos adquiridos”, en la base de la explotación sin control y la eliminación de grandes áreas boscosas, con daños en ocasiones, irreversibles.
La explotación agrícola mayor, está en manos de unos pocos terratenientes, que utilizan mano de obra itinerante, en su gran mayoría haitianos, que son llevados en camiones, sin utilizar el recurso humano que vive permanentemente en el área. Ríos importantes nacen dentro del Parque Nacional de Valle Nuevo, incluyendo el Nizao, Grande, Cuevas, Blanco, Banilejo, Ocoa y Tireíto.
El 16 de febrero del ‘73 fue fusilado, en Nizaito, dentro de los límites del Parque actual, Francisco Alberto Caamaño Deñó. Valle Nuevo, a unos 15 kilómetros de Constanza es, quizás, la mayor fuente generadora de agua de la isla y, por tanto, de capital importancia para los dominicanos. Tratándose de un Parque Nacional de su envergadura, la conservación con el mínimo de actividad humana en su interior, es prioridad nacional.
La lenta ocupación y el deterioro progresivo, es responsabilidad de la irresponsabilidad de quienes debieron, desde el 1961, mantener su condición de generador supremo de recursos hidráulicos. También de la permisividad endémica de la sociedad dominicana.
El desenfoque de líderes de distinta índole, confunde. Contrasta con la actitud del presidente Danilo Medina de matizar sus visitas sorpresa a las zonas de marcado deterioro boscoso, con estímulos y presiones para proteger y reforestar.
Declarado Valle Nuevo, en julio de 1961, a menos de dos meses de ajusticiado el dictador Trujillo, como Zona Vedada, cuestionables son los “documentos de propiedad” a partir de esa decisión legítima.
Aunque con métodos inadecuados, válidos son los reclamos de los agricultores que operan allí, de que no sean expulsados los campesinos y dejados los ricos terratenientes, que han amasado descomunales fortunas, explotando el espacio y a los hombres que les trabajan. Todo esto en el Año del desarrollo Agro Forestal…
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