Un diálogo abierto/Franklin Puello
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La actual Junta Central Electoral ha puesto en su agenda de prioridades que el Congreso Nacional se aboque a discutir y aprobar el proyecto de ley de partidos y de régimen electoral.
La iniciativa ha permanecido por más de doce años en las cámaras legislativas, siempre desempolvada cuando conviene a los intereses partidarios.
Ha llegado el momento en que la clase política se desprenda de su visión mezquina y propicie un diálogo franco que permita al país contar con una legislación que fortalezca al sistema democrático.
Los temas de las primarias, el financiamiento de las campañas y las sanciones contra militantes y dirigentes involucrados en asuntos de corrupción puedan ser medidas que ayudarían a adecentar el accionar político y daría mayor credibilidad a las autoridades de las organizaciones y a quienes detenten el poder de turno.
El país urge por un código que permita a la Junta Central tener la fiscalización del acontecer de los partidos hasta el límite de la Ley Electoral lo facilite, sin quebrantar la democracia interna de los partidos.
La Junta Central cuenta con la credibilidad suficiente para sentar a la clase política en una misma mesa y que exista el desprendimiento más pertinente para que el Congreso Nacional concrete la aprobación de la ley de partido y de régimen electoral.
Existen las condiciones para que estos proyectos se conviertan en una realidad.
Y eso esperan todos los dominicanos.
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