DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- La sociedad dominicana ha sido invadida por la falta de valores.
Hechos muy alejados de nuestra cultura familiar sacuden a los dominicanos, muchas veces acaparando la atención de los jóvenes.
Una manifestación de esta problemática lo constituye la violencia de género. El machismo siempre ha prevalecido en nuestros hogares, fomentando una desigualdad entre los hombres y las mujeres, dejando siempre una secuela de víctimas.
Cada año es más creciente la cantidad de mujeres asesinadas, lo que ya comienza a preocupar a las autoridades y a los sectores más sensatos del país.
Esta situación ha obligado a la Procuraduría General de la República ha intensifican las acciones de prevención y de persecución de los victimarios de mujeres.
En un plan lanzado hace varios días, el procurador general de la República Dominicana presentó doce medidas que serán puestas en ejecución para salvaguardar la integridad física de las mujeres.
Pero la principal medida debe ser sembrada en cada hogar: total respeto. Hacia las madres, hacia las hermanas y hacia las abuelas. Este valor tiene que ser la figura central de toda campaña, evitando así el fomento de la supremacía de los varones sobre las hembras.
Los padres, aquellos que tenemos esta suerte, debemos reestructurar nuestra visión hacia los hijos. Medirlos con la misma vara y las mismas oportunidades. Al contrario, valorar más la condición de nuestras hijas, dentro del marco de sus habilidades y capacidades, garantizando también su protección emocional y física.
El respeto debe ser el motor que guíe los valores en los hogares y las familias. Es lo primordial.
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