Tensión en Nagua por detonación de bombas en huelga contra supuesto fraude electoral

MUNICIPIO DE NAGUA, provincia María Trinidad Sánchez, República Dominicana.-  Momentos de tensión se ha vivido en esta provincia por el lanzamiento de varias bombas en medio de protestas de habitantes que reclaman del respeto de la voluntad popular en las votaciones del pasado 15 de mayo y para evitar que el Partido de la Liberación Dominicana presuntamente no arrebate el triunfo al candidato a senador por el Partido Revolucionario Dominicano.

Incertidumbre prevalece en Nagua.
Incertidumbre prevalece en Nagua.

Detonaciones de bombas se han escuchado desde la noche del miércoles en diferentes puntos de esa ciudad, y una de ella explotó a las nueve de la mañana en una estancia infantil, ubicada en la calle Primera del sector de San José de Villa.

La directora del centro, Iris Cuello, llamó a los padres a procurar a sus hijos ante la situación prevaleciente en esta provincia.

En las calles han sido desplegados miembros de la Policía y del Ejército Nacional para preservar el orden y la tranquilidad.

Los militares fueron colocados en toda la provincia María Trinidad Sánchez, desde Río San Juan hasta Madre Vieja.

Estas bombas han sido utilizadas en el marco de una huelga por 24 horas convocada por el Frente Amplio de Lucha Popular, Juventud Rebelde y la organización de ciudadanos contra el supuesto fraude electoral.

El paro fue iniciado a las seis de la mañana de este jueves y concluirá a la misma hora de este viernes.

Se informó que una bomba de las bombas fue lanzada en la residencia del abogado Freddy Frías, ubicada en el municipio El Factor. Sin embargo, no produjo daño, ya que cayó en el patio de la vivienda.

La mayoría de los establecimientos comerciales han cerrado sus puertas y, según los informes, la paralización se cumple en un 80 por ciento, mientras el tránsito se encuentra totalmente paralizado y otras actividades.

La sede de la Junta Electoral de la provincia María Trinidad Sánchez se encuentra fuertemente custodiada por miembros del Ejército, mientras los bancos comerciales han operado en total normalidad.

Las escuelas públicas y los colegios paralizaron la docencia por el llamado a paro, pero muchos padres optaron por dejar a sus hijos en los hogares.

 

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