SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El jurista Juan Miguel Castillo Pantaleón, destacó este martes que “la nacionalidad no es una chaqueta que te quitas y te pones” y, que en todos los países donde este tema ha sido tomado a la ligera, las cosas no han salido bien.
Manifestó que para el Poder Ejecutivo, la Ley de Migración sigue siendo letra muerta porque “aquí no se está repatriando a nadie”, por lo que sugirió al Gobierno, que “dentro de sus falencias”, no tenga temor y haga lo que debió hacer: aplicar con rigor la ley.
Señaló, al ser entrevistado en el programa Tu Derecho a Saber, que se transmite por Rumba 98.5 FM de lunes a viernes de 7 a 10 de la mañana, que el Estado dominicano debe dar una señal clara de que no hay solución al problema institucional haitiano.
“Las cosas no se están haciendo como deben, no puedes plantear la invalidación primaria de tu normativa; si dices que para construir tengo que destruirlo todo, entonces eso indica que no empezaste bien. Entiendo que cuando estás tratando un tema social, eso no es positivo, porque las cosas se están haciendo como las diseñó el Gobierno, que empezó invalidando la ley”, dijo.
No habrá forma de complacer a organismos ni a élite haitiana
Recordó que vaticinó que vendrían decenas de miles de haitianos a acogerse al plan de regularización una vez anunciado por el Gobierno, y que eso pasó así mismo.
“Hemos claudicado y hemos hecho concesiones que no van a complacer la pretensiones de los vecinos y de una comunidad internacional hipócrita que quiere endilgarnos sobre nuestros hombros a los haitianos”, advirtió.
Reiteró que es una situación en la que no habrá manera de complacer ni a la élite haitiana ni a los organismos internacionales en los términos que ellos quieren, porque “República Dominicana puede entregarlo todo y ellos nunca quedarán complacidos”.
Dijo que pese a que el país ha cedido en todo, la línea de argumentación es que no se está aplicando la ley.
“No hay deportación, pero tampoco dice el gobierno que va a deportar. Lo del retorno voluntario está bien, pero nunca debió detener las deportaciones y si como quieran van a hablar, que se aplique la ley”, sugirió.
Agregó que la aplicación del trabajo no está en ningún lado, ya que las causas de la migración están intactas: cada vez que una parturienta haitiana alumbra aquí, tenemos un problema… no se está deportando a ningún haitiano.
Para caer en la conciencia de la dominicanidad, que implica privilegiar a los dominicanos, nunca es tarde, a veces es necesario echarle una gota de colirio en los ojos, es posible que muchas de esas cosas hayan acontecido, esas actitudes excesivamente generosas y solidarias, a final de cuentas produjeron el resultado que advertíamos.
“No habrá nunca forma de complacer a las élites haitianas, porque es un modelo de capitalismo salvaje perverso que se basa en la mendicidad internacional”, reiteró Castillo Pantaleón.
Dijo que hay que tomar en cuenta que a la élite haitiana le interesa mantener a los pobres más pobres. Porque “el mendigo produce mayor conmiseración y que mientras peor esté el pueblo haitiano, esas élites más colectan”.
“Esos recursos lo administran las élites y las migajas pasan por las manos de los políticos. El grueso, la pechuga y el muslo ancho pasa por manos de las personalidades, recuerden que Michel Martelly no ganó las elecciones”, señaló.
Invitó a preguntarse de “cuántas ONG han incurrido a la canibalización de esos billones de dólares y que recordaran que solo una de esas fundaciones recibió 500 millones de dólares y solo construyó 5 casuchas, modelo que dijo nunca cambiará.
Manifestó que en República Dominicana también hay gente beneficiándose de todo eso y que cada programa de asistencia genera una enorme cantidad de recursos.
Destacó que solo hay que tomar en cuenta que para la instalación de democracia en Haití, las Naciones Unidas ha aprobado ayudas desde el 1994 al 2014 de unos 30 billones de dólares y el vecino país sigue siendo el más pobre de América.
Dominicanos al vapor: la nacionalidad no es una chaqueta
Recordó que hasta el momento existe la cifra de 288 mil extranjeros regularizados, y de esos, 55 mil obtuvieron nacionalidad dominicana.
“Sabemos quienes son: son dominicanos al vapor, porque la nacionalidad no es una chaqueta que te quitas y te pones”, reiteró, citando como ejemplo que en así como también hay norteamericanos al vapor que “comen plátanos y oyen bachata”.
Señaló que en comparación a otros países, con este Plan de Naturalización, se busca equiparar en el ejercicio de los derechos políticos, pero que obviamente la diferencia es la vinculación política.
Expresó que cuando conviertes a un extranjero en nacional lo pones a ejercer derechos y que la política de naturalización tiene que ser implementada con mucha delicadeza, sobre todo con aquellas naciones con las que se ha tenido diferencias históricas y culturales.
“Es un tema que cuando ha sido tratado por gente cosmopolita, es irresponsable y termina produciendo muchos roces y la creación de minorías”, adujo el experto en derecho constitucional.
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