DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- El presidente Danilo Medina ha dicho que siempre ha estado cerca de la gente. A su afirmación, ha puesto como corolario su gran número de visitas sorpresas. Un número redondo, que no recuerdo. Su equipo de asesores ha tratado de vender que dichas visitas, más que un efecto mediático son una expresión de que el primer mandatario quiere resolver grandes problemas, y que quiere estar cerca de la gente, de su pueblo.
Pero la realidad es otra. No creo que el Presidente esté tan cercano a la gente. Intuyo que si lo estuviera se hubiese dado cuenta hace tiempo que la gente anda atemorizada, asustada, desesperanzada, por las calles, por los barrios, que una bola de humo de incertidumbre se ha apoderado del ambiente. La encuesta Gallup dada a conocer recientemente no ha hecho más arrojar luces en diversos sentidos.
No hay que ser ningún Houdini para uno darse cuenta de que un sentimiento de gran desesperanza se ha apoderado de todas las capas sociales. Por ejemplo, un tema tan sensible como la delincuencia, no ha sido tratado como debiera por el Estado y por nuestro Presidente. Si Danilo Medina estuviera cerca de la gente hace tiempo que hubiese movido ese tinglado mafioso-delincuencial representa en una gran parte podrida de la DNCD-la Policía y el Ministerio Público.
Si Medina estuviese cerca de la gente hace tiempo hubiese dado un gran discurso hablando a anchas de este tema, hubiese hablado de tú a tú con madres que han perdido hijos, de familiares que han perdido relacionados. Este fue un tema de campaña, y como tema de campaña lo trató. Se expresó en torno a la delincuencia con llaneza, ya luego convertido en Presidente le ha rehuido como el diablo a la cruz.
La Policía Nacional más que muestras de sentido común, como siempre lo que ha venido haciendo es escondiendo la cabeza, simulando los hechos y un estado de paz inexistente. Un país con los niveles de delincuencia que exhibimos no puede avanzar. Un país donde ya nadie se puede parar en una esquina tranquilo a conversar o enviar a su hijo a una fiesta sin miedo, es un país que está en una situación delicada.
Si Danilo quiere demostrar que está cerca de su pueblo, debe saber esto y actuar en consonancia. El país está tomando una pendiente peligrosa. Es cierto, las visitas podría haber llenado un cometido, pero la actual situación de desesperanza que vive gran parte de la población ensombrece cualquier logro, y demuestra que si usted ha estado cerca, ha sido únicamente de la gente que la rodea cuyo bienestar es inocultable. Así de sencillo, señor Presidente, y esto para usted no debiera ser una sorpresa.
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