Seis reglas para cuidar la piel en Semana Santa

SANTO DOMINGO.- En República Dominicana, la Semana Santa inicia el 29 de este mes, con el Domingo de Ramos y concluye el Sábado Santo, el cuatro de abril próximo. Tras siete días de playas invitantes, como Punta Cana o Juan Dolio; o de magníficas montañas, como las de la Cordillera Central, ¿en cuáles condiciones llegará nuestra piel al Domingo de Resurrección?

sol, semana santa“Dependerá de cuánto la cuidemos”, afirma la dermatóloga y cosmiatra Elena Fernández Núñez, directora de la clínica dermatoestéticaMedLáser, para quien la exposición a los rayos ultravioleta del sol es la principal amenaza a la salud cutánea, tanto en el mar como en áreas montañosas.

“El sol puede dañar la piel de forma aguda, inmediata; pero también a largo plazo. Sus efectos son acumulativos y se manifiestan en forma de quemaduras, insolación, arrugas, manchas, pigmentación, envejecimiento prematuro, cambios en la textura de la epidermis y hasta del temido cáncer de piel”, expone.

Asimismo, añade, el sol puede alterar el sistema inmunológico y favorecer la aparición de verrugas y otras infecciones virales en la piel;  además de agravar enfermedades como el lupus cutáneo, la porfiria cutánea tarda y el eritema polimorfo solar.

Para las personas con estas condiciones, Fernández Núñez recomienda el estricto seguimiento de un protocolo médico especializado; mientras que para quienes poseen pieles normales, sanas, bastará con asumir un conjunto de reglas sencillas:

La primera de ellas es no exponerse a los rayos del sol entre las diez de la mañana y las tres de la tarde, pues es el horario de máxima irradiación de los peligrosos rayos ultravioleta, de los que hay tres tipos: UVA, UVB y UVC; pero sólo los UVA y los UVB atraviesan la capa de ozono.

“Los rayos UVA penetran la dermis y la hipodermis, que son las capas media y profunda de la piel, causando quemaduras”, explica la especialista.Mientras, los rayos UVB sólo penetran la epidermis o capa superficial de la piel y son los responsables del bronceado, por la aparición de la melanina, una sustancia con la que la piel se protege de la agresión solar.

Entre las 10:00 de la mañana  y las 3:00 de la tarde, los rayos ultravioleta A y B están presentes en la atmósfera terrestre en mayor intensidad, añade.

Los efectos de los rayos ultravioleta causan el 90% de los melanomas y otros tipos de cáncer de piel. Son reflejados por diferentes superficies y atraviesanla ropa y el vidrio, por lo que en habitaciones muy iluminadas también es necesaria la protección solar.

“En días nublados y hasta bajo la sombra podemos broncearnos si no nos aplicamos un buen protector solar”, asegura Fernández Núñez.

Por tanto, la segunda regla es el uso permanente de una crema o solución con un factor de protección mínimo de 15 fps, para absorber, bloquear o dispersar los rayos solares ultravioleta e infrarrojos.

Exponerse al sol en esta Semana Santa sin  protector solar es correr el riesgo de insolación, una condición caracterizada por piel quemada, malestar general, escalofríos y fiebre.

“En ocasiones, la insolación está acompañada por dolor de cabeza, ojos rojos, mareos, náusea y vómitos. En estos casos, es imprescindible la atención médica para controlar la temperatura corporal y la pérdida de agua y proteínas;  así como el daño oftalmológico por posibles quemaduras conjuntivales”, subraya Fernández Núñez.

Pero el protector solar –que debe ser renovado cada dos horas para mantener una barrera eficaz–tampoco es suficiente, indica la dermatóloga y cosmiatra. Su cuarta regla es tomar el sol a intervalos de una hora, alternándolos con períodos de sombra de igual duración.

 

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