DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Es de pleno conocimiento que Venezuela ha extendido la mano amiga a República Dominicana por diversas circunstancias.]
Se recuerda cuando el mundo fue afectado por una crisis mundial de petróleo, en uno de los gobiernos del presidente Leonel Fernández, cuando el fenecido mandatario venezolano Hugo Chávez otorgó facilidades para el suministro al país.
Por esta disposición la economía dominicana no fue tan afectada por el impacto negativo del alza que hubo en el precio del crudo.
La solidaridad ahora debe ser extendida desde los dominicanos hacia los venezolanos. De ahí que tantos ciudadanos de esa hermana nación han optado por refugiarse en el territorio nacional ante la crisis política y económica matizada por los enfrentamientos entre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición.
Sin embargo, las diferencias existentes entre esos actores en Venezuela no deben conducir a la idea expuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de explotar la intervención militar como posible salida a ese conflicto.
La vía diplomática y el diálogo deben conducir a una solución satisfactoria, como bien ha sido la postura asumida por República Dominicana ante este impasse en Venezuela.
El entendimiento tiene que provenir de los propios venezolanos, bajo la base de que el Gobierno de Maduro y la oposición deben abandonar la intransigencia y la postura de choque para facilitar un puente que lleve a la mesa del diálogo.
“Sería la peor alternativa”, ha dicho el expresidente Leonel Fernández al evaluar la amenanza de Trump sobre una posible acción militar en Venezuela.
Este gesto de las autoridades dominicanas expresado en pronunciamientos del canciller Miguel Vargas demuestre la gran hermandad que existe entre el país y Venezuela.
El sistema democrático en Venezuela no puede ser lesionado con una intervención militar patrocinada por Estados Unidos ni de otras naciones, amén de la situación delicada por la que atraviesan los venezolanos.
La Organización de Estados Americanos, las Naciones Unidas y las naciones poderosas podrían contribuir a la salida negociada al conflicto por la vía institucional, ajustada a los mandatos de las leyes y la Constitución. Nunca, sin embargo, por intervenciones ajenas a los propios venezolanos.
Ha sido dignada la postura del Gobierno del presidente Danilo Medina.
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