Partidarios y aliados creen que Lula da Silva es un “preso político”
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Los parciales del expresidente Lula da Silva, quien ha cumplido sus primeros días en una celda de la Policía Federal de Curitiba, insisten en calificarlo como un “preso político”, mientras alegan que es inocente de la acusación de corrupción tras los escándalos de Lava Jato, vinculados a operaciones irregulares en la empresa Petróleos Brasileños (Petrobras).
La expresidenta Dilma Rousseff mantiene ese discurso en defensa de su mentor y líder, quien le ofreció su ayuda para ocupar esa alta jerarquía en el Estado y cuando fue destituida por el Parlamento brasileño.
Previo a iniciar una gira por España y Estados Unidos en defensa de Da Silva, la exmandatario considera que el encarcelado es inocente y se ha convertido en un “preso político” desde que decidiera entregarse a la Policía Federal de Curitiba la tarde del pasado sábado.
En momentos en que los partidarios de Da Silva programan visitas de líderes internacionales en su apoyo, el expresidente de El Salvador, Mauricio Funes, aseguró que “Lula es un perseguido político de la oligarquía”, en virtud de que fue enviado a la prisión por “un delito que no cometió”.
“Nunca recibió un apartamento como soborno. No hay una tan sola prueba de ello”, aseguró el exmandatario salvadoreño asilado en Nicaragua desde 2016.
De acuerdo a una denuncia que hiciera el publicista Joao Santana, condenado a ocho años de prisión por el caso de Odebrecht, el expresidente Funes habría recibido financiamiento de esa parte de esa constructora para su campaña electoral, presuntamente gestionado por el expresidente Da Silva.
Se prevé que la Corte Suprema de Brasil se reúna el miércoles para debatir sobre si procede el encarcelamiento del expresidente tras ser condenado en segunda instancia a cumplir una condena de 12 años emitida por el juez Sergio Moro.
Entre los seguidores y otros especialistas de este país se ha abierto la posibilidad de que Da Silva pueda abandonar la celda en la Policía Federal de Curitiba y continuar en libertad con sus procesos ante la Justicia, como gestionan los abogados de la defensa.
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