Países de América Latina y del Caribe exigen el respeto a la soberanía de Venezuela
NUEVA YORK, Estados Unidos.- Varios países de América Latina y del Caribe han elevado su voz a favor del diálogo y del respeto a la soberanía de Venezuela en los escenarios de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Organización de las Naciones Unidas(ONU), a pesar de la presión de Estados Unidos y naciones de Europa contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
La defensa al respeto del derecho internacional ha sido asumida por Nicaragua, El Salvador, Bolivia, Vicente y las Granadinas, Dominicana, Antigua y Barbuda, en tanto que México y Uruguay han planteado que garantice el derecho de los venezolanos a elegir su sistema político sin presión extranjera.
Estos países de la región no aceptan la autoproclamación como presidente encargado de Venezuela del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien cuenta con el respaldo de Estados Unidos, Francia, Alemania y otras potencias que presionan ante la OEA y la ONU para lograr el reconocimiento de la comunidad internacional.
Países como Argentina, Chile, Paraguay, Haití, Colombia, Bahamas, Canadá, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú y Panamá se han alineado en las directrices de Estados Unidos a favor de Guaidó y contra el régimen chavista.
El Gobierno de Madura ha asumido su defensa tanto en reuniones del Consejo Permanente de la OEA como en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En el escenario de la OEA, en una reunión celebrada la semana pasada, la representante de Venezuela, Asbina Ixchel, precisó que “en Venezuela ocurrió un golpe de Estado promovido por un conjunto de países que pretenden justificarlo aquí en la OEA. Es una violación de las normas del derecho internacional. Esta sesión es un atropello a la Carta de la OEA, a la Constitución de Venezuela y a nuestro pueblo.
Nicaragua ha planteado en el seno de la OEA que la presión contra Venezuela va dirigida a promover un golpe de Estado contra e Gobierno. “No existe ninguna norma al interior de la OEA que autorice a sus estados miembros a reconocer o no a otros gobiernos. De actuar así se transgredirá la Carta de la OEA y los principios y propósitos de esta organización. El reconocimiento de gobiernos es una facultad de los estados y bajo ningún concepto corresponde a ningún órgano de esta organización. Cualquier acción en ese camino carece de legitimidad legal”.
“Nos apegamos a la no intervención. Rechazamos la violación del artículo 1 de la Carta de la OEA. Vamos países participaron como observadores en las elecciones de mayo de 2018 y expresaron que habían sido llevadas a cabo de manera transparente”, refirió la delegación de Vicente y las Granadinas ante la OEA.
La posición de El Salvador está sustentada en el hecho de que “nos sumamos a las naciones que apoyan una solución sin injerencia”.
En tanto que Bolivia consideró que “pretender imponer en un Estado a un presidente elegido por otro gobierno nos parece un despropósito que no se corresponde con la democracia y el derecho. ¿Hay alguien que pueda decirnos con certeza cuándo y cómo saldrá Venezuela de una espiral de violencia desatada por una acción irresponsable de la OEA?”.
Surinan ha sido otro país que se ha inclinado a favor del respeto de la soberanía y la integridad de los otros estados y al principio de no intervención y no interferencia en otras naciones.
De su lado, Antigua y Barbuda ha considerado que “cualquier declaración en nombre de esta organización que se inmiscuya en la situación en Venezuela es dañina para esta y para el pueblo de Venezuela”.
“Estamos preocupados por la resolución presentada al Consejo Permanente y nos oponemos, porque sería apoyar un golpe de Estado”, ha señalado Surinam.
También la Comunidad del Caribe (Caricom), en un comunicado firmado por los jefes de Gobierno de Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Dominica, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, instan por facilitar el diálogo en Venezuela y la adhesión a los principios de no injerencia. Llamaron a las fuerzas externas para que se abstengan de desestabilizar la situación en Venezuela.
En el documento recomiendan la intervención de las Naciones Unidas ante la pérdida de legitimidad de la OEA, para lo cual fue encomendado el presidente de ese grupo, Timothy Harris, primer ministro de San Cristóbal y Nieves, para que gestiona una reunión con el secretario del organismo internacional, Antonio Guterres.
Mientras que la Alianza Boliviana para los Pueblos de Nuestra América y Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba y TCP) anunciaron su respaldo al Gobierno de Maduro, tras denunciar la intervención de “un pequeño grupo de países de intentar vulnerar y desestabilizar al Gobierno de Venezuela a través del inconstitucional reconocimiento de un gobierno paralelo en dicho país”.
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