Nueva crisis agrava inestabilidad en Haití
DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Nuevos asomos de inestabilidad acechan a Haití. Ni bien hay resultados concretos sobre las investigaciones ni culpables claros sobre el asesinato del presidente Jovenel Moise, ya surgen elementos que profundizan la crisis política.
Se pensaba que el acuerdo llegado la semana pasada para la conformación de un Gobierno de unidad nacional traería cierto nivel de tranquilidad y sería un paso importante para la transición rumbo al próximo año, ahora surge la acusación contra el primer ministro Ariel Henry por supuesta vinculación con uno de los imputados de ser autores intelectuales del magnicidio, Joseph Felix Badio.
Al funcionario se le atribuye haber tenido contactos telefónicos con este prófugo poco después de cometido el crimen, el pasado 7 de julio, por cuya razón el fiscal destituido Bel-Fort-Claude había solicitado que fuera investigado por el juez encargado del caso, Garry Orélien. “Hay suficientes elementos comprometedores… para procesar a Henry y pedir su acusación directa”, argumentaba el fiscal.
Este nuevo episodio de la crisis viene cuando se había acordado una reforma de la Constitución mediante un referendo convocado para el 7de noviembre, por lo que la elección de las nuevas autoridades gubernamentales fue pospuesta para el próximo año.
Es decir, que Haití desafortunamente no encuentra el mejor camino para su estabilidad política y social, ya que existe una permanente amenaza de grupos armados que desafían la autoridad y la paz ciudadana.
Lo que más conviene a los haitianos es que las investigaciones sobre el asesinato del presidente Moise sean profundizadas y que los culpables respondan ante los tribunales, por lo que no fue una medida pertinente del primer ministro Henry de emprenderla contra el fiscal que quería investigarlo y así sembrar una nebulosa peligrosa sobre sus imputaciones y sus nexos contra el mencionado entre los autores intelectuales. “Ninguna distracción, ninguna citación o invitación, ninguna maniobra, ninguna amenaza, ningún combate de retaguardia, ninguna agresión me distraerá de mi misión”, esta fue la excusa ofrecida por Henry ante el pedido del fiscal desplazado de su puesto. No solo los haitianos merecen resultados claros sobre quién o quiénes habrían ordenado la muerte de Moise, sino también la comunidad internacional.
Es lo más sano para Haití.
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