Muerte en la UASD, ¡inconcebible!
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Universidad Autónoma de Santo Domingo se ha convertido en un campo de batallas al paso de los años.
La última evidencia de este criterio lo fue la muerte de Daniel Castillo en incidentes registrados el viernes pasado en momentos de la celebración de las elecciones de la Federación de Estudiantes Dominicanos.
El hombre, militante del Partido Revolucionario Dominicano, fue gravemente herido en la cabeza en un tiroteo en la Facultad de Medicina de la UASD, obligando que las autoridades decidieran suspender el proceso para la escogencia de la nueva directiva de la FED.
Es lamentable que la UASD pierda la madurez de desarrollar un proceso interno sin el temor de hechos violentos, inclusive hasta cuando hay paralizaciones por válidas reivindicaciones, como un reajuste de sueldos.
La muerte de Daniel Castillo no se resuelve con solo suspender las votaciones de los estudiantes ni mucho menos con el caso de la docencia.
Las autoridades policiales y judiciales, con la cooperación de la Rectoría de la UASD, están obligadas a investigar hasta las últimas circunstancias las causas que mueven a la muerte del hombre y traducir a los culpables a las instancias judiciales.
No se descarta que diferencias partidarias pudieran motivar el incidente a tiros en la Facultad de Medicina de la UASD, ya que los partidos se disputan el control de la Federación de Estudiantes Dominicanos como si fuera un asunto de vida o muerte.
La UASD debe retornar a su autoridad interna. No es posible que profesores, estudiantes y empleados, además de muchas autoridades, perciban que recinto es un campo de conflictos y de enfrentamientos, cuando su esencia debe estar centrada en el fomento de los conocimientos y del pensamiento, para fortalecer el espíritu científico y crítico, para contribuir al desarrollo colectivo de la nación.
Es inconcebible que la muerte de un hombre como Daniel Castillo, que no era estudiante ni empleado, ponga a la UASD en el foco de los cuestionamientos por parte de la ciudadanía.
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