SANTO DOMINGO. (AUTORA: Talyam Vásquez, abogada y politóloga).- Las últimas encuestas han dado de que hablar, y no poco, pero era de esperarse que así fuera. Los resultados han evidenciado lo que se venía perfilando en ciertos candidatos, aunque la proporción alcanzada por algunos ha constituido una sorpresa. Guillermo Moreno, presidente de Alianza País, cuya participación en las elecciones 2012, le privó del porcentaje requerido por la Ley de Partidos Políticos, para mantener la personería jurídica de su partido, y lo obligó a volver a la carga tirado a las calles para recoger firmas, dar cumplimiento a los requisitos de ley y solicitar nuevamente el reconocimiento para Alianza País.
Es justo valorar que este contratiempo no le impulsó a declinar sus aspiraciones a la Presidencia de la República parecería que, por el contrario, lo desafió.
En estos momentos Moreno se encuentra en una posición privilegiada en la conformación del paisaje electoral de 2016, en el que se refleja un desgaste en los partidos políticos tradicionales y existen escasos indicios de que las nuevas fuerzas políticas que se gestan representen un atractivo para la sociedad.
No obstante, queda la interrogante de si Moreno podrá ser capaz de mantener esos niveles de aceptación en el gusto popular, si se catapultará como una verdadera opción de poder y si podrá proponer ideas puntuales que puedan dar respuestas a los males que afectan a la sociedad.
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