Manuel Núñez: La frontera dominico- haitiana es una fuente de inseguridad que debe ser sellada al ingreso ilegal
DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- El historiador Manuel Núñez calificó como positivas las medidas anunciadas por el presidente Danilo Medina para un mayor control fronterizo, y consideró que deben ser valoradas porque la frontera dominico-haitiana había estado muy desprotegida y abandonada por parte del presupuesto nacional.
“Se estaba gastando más en la seguridad del metro, en los 14 kilómetros del metro, que en los 392 kilómetros que tenemos de frontera, con un país colapsado, con un estado inviable, con un estado que todo el mundo califica en los informes internacionales como fallido, del cual debemos de protegernos para evitar que la República Dominicana sea arrastrada al naufragio de una destrucción… de todo lo que son sus conquistas sociales”, expresó.
Explicó que se refiere a una frontera por la cual pasa droga, contrabando, armas ilegales, personas indocumentadas no autorizadas a entrar en el país, con enfermedades, y también animales enfermos.
Entrevistado en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, indicó que cada domingo se transmite por Antena 7, dijo que la frontera es una fuente de inseguridad que debe ser sellada definitivamente al ingreso ilegal, no sellada al contacto, sino sellada al ingreso ilegal.
El escritor sostuvo que son medidas que tendrían repercusiones, y que el desplazamiento humano de los haitianos hacia este país es tan importante que deben ser complementada con otras medidas de aplicación de la Ley Migratoria de sacar a todos los ilegales.
Dijo que para los dominicanos humildes la frontera dominico- haitiana no está en las cinco provincias fronterizas Monte Cristi, Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, sino directamente en su territorio, es decir, está en el hospital cuyas camas están ocupadas por parturientas haitianas, en los comedores económicos, en los lugares de trabajo, en el campo dominicano que esta desnacionalizado, en la construcción y en el turismo.
Asimismo, precisó que la frontera está donde hay enclaves turísticos que amenazan la supervivencia, como Bávaro, o con los lugares de los enclaves que están situados en la provincia del sur, como en Baní y en Barahona. “Estamos enfrentado no solamente en esa frontera exterior, sino que sigue siendo aún muy importante, en las fronteras interiores que el país debe recuperar los espacios que ha perdido para devolverle a los dominicanos sus hospitales, sus comedores económicos, y los empleos que son la fuente y los mecanismos de su supervivencia”.
Al preguntarles, ¿Qué hacer para que los sectores que se benefician de los empleos de mano de obra ilegal abandonen esa práctica y respeten lo que establece las leyes laborales del país?, Dijo que lo que hay que hacer es aplicar la ley, porque nadie abandona nada que le beneficie, aunque perjudique al resto de la nación, y destacó que la ley está justamente para operar como un mecanismo quirúrgico ante las distorsiones creadas por sectores que se benefician de mecanismos que están destruyendo al país, y ese es uno de ellos.
Precisó además, que esa situación está destruyendo la paz social porque está privando a una enorme masa de dominicanos del empleo, destruyendo las posibilidades de desarrollo porque está retrasando la modernización de la agricultura y creando problemas inmensos en el medio ambiente porque, según explicó, una de las grandes causas de la inmigración haitiana también es la situación medioambiental de Haití, ya que se están estableciendo en los parque nacionales, en los bosques dominicanos y extrayendo, según confesiones del propio Banco Mundial, más de 50 mil metros cúbicos de maderas por año para las cocinas haitianas, y eso no puede ser algo que ningún dominicano apoye.
Sobre la sugerencia de la CIDH para que se abra una mesa de dialogo entre el Gobierno y organizaciones de la sociedad civil en el país para modificar las disposiciones migratorias, cree que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos no tiene ningún tema vinculante en la República Dominicana toda vez que el Tribunal Constitucional consideró que no estábamos ligados a esa corte.
¨Lo que la corte disponga no ata ni tiene relación con obligatoriedades, ni compromisos con el estado dominicano, además la corte no puede sugerirle al estado dominicano que haga una mesa de diálogo para discutir la aplicación o no de sus leyes, eso no tiene nada que ver con ningún tipo de disposición internacional ni de compromiso. Yo creo que eso es una intromisión grosera que debe ser rechazada”.
“No tiene que hacerse ninguna mesa para tratar de discutir la aplicación de las leyes, la aplicación de las leyes de un estado están por encima de sacar esa ley del marco de su operatividad. Nosotros creemos que la ley no está en discusión, nosotros no vamos a discutir sobre si la República Dominicana es o no soberana, si tiene o no derecho, porque eso no se discute, los derechos del país están asentados en la existencia de su propio estado. Creo que entre República Dominicana y Haití debe de existir un estatuto de reciprocidad”.
Explicó que los haitianos para aceptar inmigrantes en su país exigen documentos de identidad, una carta a su ministerio de interior, un certificado de buena conducta expedido por el ministerio de interior del país del cual proviene el inmigrante, exige un certificado de salud procedente de una clínica o un centro de salud relacionado con su embajada en el país del inmigrante, una cuenta de cinco mil Gourdes, y en caso de enfermarse solventar con esa cuenta las enfermedades de las personas.
Agregó que cuando Haití exige todo eso es legal y normal, pero cuando lo exige la República Dominicana es racismo, y todo lo que se quieran inventar aquellas ONGs que están tratando de sembrar estereotipos en contra de nuestro país, y por aplicar nuestras leyes migratorias, que suelen ser más benignas que las que Haití aplica en su propio país.
Núñez dijo que esas medidas que Haití exige a los extranjeros para ingresar a su país y que son buenas para Haití, deben también ser buenas para los haitianos cuando van fuera de su país, porque es un principio de igualdad el que debe de regir las relaciones. “Soy partidario que entre los dos países se aplique un principio de reciprocidad y que las mismas cosas que los haitianos exigen en su Ministerio de lo Interior, en su página web a los extranjeros, se les exija a los haitianos en la República Dominicana”.
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