SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El bienestar social y económico de un país está fundamentado en contar con instituciones sólidas, transparentes que rindan cuentas y, consecuentemente, estabilidad.
Esa es una verdad monda y lironda que todo dominicano interesado en el bienestar colectivo debe apoyar sin importar de donde venga el llamado.
Esto a propósito de las críticas que hechas por el presidente del Consejo Nacional de Empresa Privada (Conep), Rafael Blanco Canto, al sistema democrático dominicano y donde pone entredicho el pasado proceso electoral.
Hay quienes en vez de tomar con pinzas lo dicho por Blanco Canto, y a lo que se sumaron otros grupos comerciales y empresariales de importancia, han tildado al empresario de ser parte de la oposición política.
Otros van más lejos, y han dicho que las críticas de la cúpula empresarial forman parte de un plan para quitarle fuerza al Gobierno en sus aprestos con el pacto fiscal.
Sea cual fuera la intención, creemos que la intolerancia de algunos funcionarios del Gobierno y de otros enganchados que todo el tiempo han vivido pegado de la teta nacional, se pone de manifiesto una vez más.
Nada de lo que dijo el presidente del Conep ante la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana es nuevo, pero tal vez algunos entienden que el hecho de que el presidente Danilo Medina, haya ganado con el 62% las pasadas elecciones lo libera de crítica alguna.
Hay que coger y dejar señores, lo cortés no quita lo valiente. El Gobierno debe tomar las quejas de los empresarios como una guía para mejorar las cosas que andan mal, sin que eso signifique dejarse narigonear con el pacto fiscal.
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