Leonel no se recuperará en cuatro años/Autor: Eloy Tejera
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cuando el ex presidente Leonel Fernández dejó del poder visualizó que estaría de vuelta en cuatro años. Las vallas colocadas en toda la ciudad que rezaban “hasta pronto” eran un recordatorio de ello. Por eso no había tristeza en el adiós, pues se tenía la certeza de que aquello eran unas vacaciones cortas.
Pero vista la situación y dadas las actuales circunstanciales, el ex presidente Fernández estará en el mejor de los casos, cuatro años más fuera del poder. Sumados, entonces serán ocho. Hechos mal los cálculos por Fernández y sus gentes les cuesta ahora enfrentar la realidad y saber que el hombre sentado en el trono los próximos cuatro no será él, sino uno que en el fondo él consideraba inferior, sin dotes de líder: Danilo Medina.
Vista la realidad de Leonel es poco probable de que se recupere luego de que pasen estos cuatro años. Desde el punto vista físico, ya en términos corporales se ve que el paso del tiempo ha hecho mella en su cuerpo. Arrugas, la cabeza totalmente blanca, el gesto adusto, la pérdida de la lozanía y frescura que exhibía hace algunos años son signos evidentes, son un mal presagio, dan un doloroso augurio.
De aquel Leonel que encandilaba las féminas y que hacía delirar a muchas fanáticas, sólo queda el recuerdo. Es el Don Juan en el ocaso luchando por volver a sus conquistas amorosas, errando en sus lances, convertido en un sátiro sin suerte, en un hombre del que hasta las más feas y viejas se mofan.
En términos políticos el panorama no mejora para él. No ha pasado ni un mes desde su descalabro y ya empezó a sentir la soledad de haber caído en desgracia. Cada día tiene menos fieles en todos los campos. Empezó siendo diezmado por su compañero Danilo Medina en el comité Central, luego en el Comité Político, pasando más a las dos cámaras.
Pocos legisladores hoy en día se precian de ser sus amigos leales, de profesarle una lealtad absoluta. Del Leonel Fernández de hace cuatro años no queda ni una sombra. Aquel hombre que encandilaba con la palabra, que con un gesto concita la admiración del auditorio, queda solo un triste remedo.
Su último discurso pronunciado en una amplia red de canales televisivos y radiales deja un sabor amargo ante el público. Vimos en ese discurso a un Leonel con poco brillo, a un ex presidente que lució dubitativo y que mostró una palidez inaudita en él. Inclusive en términos de oratoria fue un discurseante pobre, sin nada nuevo que decir, sin nada que aportar y de forma convincente.
A esto hay agregar que el ex presidente en lo adelante irá perdiendo preponderancia en las altas cortes, donde el presidente Danilo Medina buscará ganar adeptos y conquistar fieles.
Desde que abandonó el poder Leonel ha tenido que experimentar que una cosa es estar adentro y otra es maniobra afuera con todo en contra. El Estado, ese maravilloso monstruo que todo lo puede, ya no está de su lado. Ahora el amo y señor es Danilo Medina, algo que al ex presidente le ha tomado tiempo reconocer y aceptar.
Será difícil que Leonel pueda recuperarse en cuatro años, que vuelta a tener el brillo que tenía antes. Las masas, que antes lo vitoreaban ahora son indiferentes a sus gestos y palabras, sus acólitos y seguidores, antes con la seguridad de que volverían al Poder, ahora ven escasas sus posibilidades de retornar a Palacio, lo que provocará que busquen resolver sus problemas en otros predios.
Hombre acostumbrado a mandar, a ser obedecido, tendrá que lidiar con la soledad del poder y que cada vez se le hace más difícil el retorno. De esta herida que sufrió el león es difícil que pueda recuperarse. En los bosques oscuros del poder cualquiera se pierde y un rugido se convierte a veces en un débil grito de pequeño felino. Leonel ya lo sabe y lo está padeciendo en carne propia.
(Eloy Tejera, es periodista y escritor)
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