Leonel Fernández y el panorama político-electoral

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- La salida del expresidente Leonel Fernández en procura de la candidatura presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana viene a recomponer el clima político y electoral.

El lanzamiento oficial del exgobernante viene de la mano del apoyo de más de un millón de firmas de ciudadanos que se identifican con el proyecto presidencial a lo interno del PLD.

Fernández, quien tendrá que competir con Francisco Domínguez Brito, Reinaldo Pared Pérez, Manuel Crespo, Carlos Amarante Baret y hasta posiblemente con el ministro de Educación, Andrés Navarro, tiene el aval de la experiencia acumulada y de un liderazgo ganado en el seno de la sociedad.

Aunque tenga una tasa de rechazo muy elevada entre los votantes, el exjefe del Estado podría monopolizar las fuerzas internas del PLD y alzarse fácilmente con la candidatura presidencial, a pesar de contar con el movimiento adverso de parte del presidente Danilo Medina y de sus seguidores.

Sin embargo, los peledeístas tienen pleno conocimiento de la necesidad de mantener la unidad y así contar con la fortaleza vital que les permita retener el poder.

Una fragmentación de la estructura partidaria sería un grave error que acumularía el PLD en su trayectoria, con la secuela negativa de convertirse en un ente de oposición después de 20 años en el ejercicio del poder.

La coyuntura por venir contribuirá a redefinir la correlación de fuerzas que se mueven en el PLD y obligará a cada grupo alinearse en el litoral más potable que hace posible que la organización pueda continuar en el Palacio Nacional, sin importar quién ostenta la candidatura.

De ahí el constante llamado de muchos dirigentes y miembros de la base sobre la urgencia de que la unidad sea el norte y de que el PLD marche por un mismo horizonte en el marco electoral, evitando que las diferencias puedan agrietar la estructura partidaria y devenir en acontecimientos inmanejables que conduzcan a una virtual división.

Leonel Fernández ha lanzado un grito de guerra para llegar nuevamente al Palacio Nacional por cuatro vez, con su consigna de “no hay marcha atrás”, lo que significa que lo que ocurra a partir de su lanzamiento oficial será enfrentado con la fortaleza del ejército de seguidores que constituye “el millón, y contando”, con la adhesión de más de un millón de ciudadanos en toda la geografía nacional.

Los peledeístas están obligados a consensuar sus diferencias y trillar el mismo camino que ha facilitado que hoy ostenten el poder: la unidad interna.

 

 

 

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