La economía y la desescalada por Covid-19

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Es harto conocido el interés del Gobierno en reanudar la normalidad económica a pesar del peligro que se cierne por la pandemia del Covid-19 y el rebrote de casos por las variantes que azota a otros países, obligando a desestimar muchas de las medidas para volver a una cotidianidad forzada.

En tres semanas por lo menos, el presidente Luis Abinader y el Gobierno aspiran que los dominicanos retornen a su habitualidad y que el país presente niveles de recuperación económica que solo sirva para resolver la buena gestión de la administración, aunque exista la amenaza de que ciudadanos puedan perder la vida y otros puedan ser contagiados por el Covid-19.

En solo una semana las cifras de muertos y contagiados deben poner al Gobierno a pensar bien si ciertamente hay condiciones para desactivar las restricciones y que cada quien haga lo que le venga en ganas, como se presiona por vía de las redes sociales y cuyas acciones son muy atendidas por la administración del presidente Abinader.

Desde el pasado miércoles 14 de julio el Ministerio de Salud Pública reporta 40 muertos y 4,867 contagios de Covid-19, en lo que se considera la primera fase de la desescalada que en un mensaje al país fue anunciada por el presidente Abinader.

Los números no mienten: Las provincias Santo Domingo, 935 casos; el Distrito Nacional, 879; Santiago, 659; La Altagracia, 155; Espaillat, 145; y San Juan, 78 contagiados.

La esperanza de las autoridades ha estado dirigida a estimular a la ciudadanía a acudir masivamente a la vacunación, ya que se vende como la única vía para contrarrestar la pandemia, pero hay descuido en las prevenciones y en las restricciones, ya que el Gobierno busca logros en la macroeconomía que pudiera revertirse en caso de un rebrote por causa de la existencia de alguna de las variantes que tienen en zozobra a varios países de Europa.

No se puede colocar la economía por encima de la salud. Los datos sobre víctimas e infectados por el virus durante la desescalada del Gobierno deben poner a las autoridades a reflexionar y apretar más las restricciones para luego no tener que lamentar por el retroceso en el logro obtenido en cuando al combate del virus y la jornada de vacunación.