La despolitización
DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Aunque con débiles cimientos, el país ha fortalecido su sistema democrático. Faltan hechos de gran institucionalidad para fortalecer el estado de derecho y las normas jurídicas para lograr el sagrado cumplimiento de las leyes y el cese de la impunidad.
Los avances políticos y jurídicos requieren de mayores sacrificios de parte de los partidos y de la sociedad civil, como forma de estructurar un esquema de mayor respeto a las leyes y al orden democrático.
Todo progreso urge por la despolitización de las instituciones del Estado.
En el Sermón de las Siete Palabras con motivo del Viernes Santo, el sacerdote Joel Villafaña desglosó la cuarta lectura sobre “Dios mío por qué nos ha abandonado”, en la que advierte que el país debe caminar por la despolitización del Estado. Es decir, que el Gobierno respete los derechos adquiridos de los empleados, sin importar sus simpatías políticas.
Este clamor viene por las masivas cancelaciones de servidores en empresas públicas, como por ejemplo los ministerios de Educación y de Obras Públicas, por citar solo dos casos, donde los desvinculados aún aguardan por el pago de sus prestaciones laborales.
Censura el sacerdote que los empleados tengan que vivir “el drama de masivas cancelaciones con cambio de Gobierno”.
La preocupación que viven los desvinculados por ser sindicados como cercanos al Partido de la Liberación Dominicana evidencia la cruda realidad que prevalece en las instituciones públicas.
Cada cuatro años se pone en peligro la estabilidad de las familias que dependen de los empleados del Gobierno solo por el rejuego de la politiquería baraja y el egoísmo arcaico que prevalece en el liderazgo político.
El sacerdote Villafaña ha puesto en dedo en un drama que desnuda la frágil democracia en el país.
Hay que trabajar por un mayor fortalecimiento de la democracia y el estado de institucionalidad.
Solo así, el país logrará el bienestar colectivo.
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