SANTO DOMINGO. (AUTOR: Félix Núñez, es periodista).- El hecho de que por segunda vez el destacamento de la Policía Nacional en Villa Consuelo se convierta en noticia de asombro, luego de que se detectara un punto de venta de drogas en un piso encima de esa dotación, es algo que raya en lo insólito.
Ya habíamos escuchado de un primer escándalo en ese destacamento, que hasta provocó el traslado de su personal y cancelaciones de oficiales, debido a que hace unos años, allí funcionaba un laboratorio para procesar drogas.Ahora sale a relucir una información de que fue detectado un centro para distribución de cocaína, heroína y marihuana.
Esta es una realidad que deja muy mal parado al cuerpo del orden, pero además saca a relucir el hecho de que la Policía no tiene absoluto control ni siquiera del entorno donde operan los destacamentos.
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El desmantelamiento del punto de venta de drogas encima del destacamento por parte de miembros de la DNCD fue motivado por denuncias de los residentes en Villa Consuelo, que en ocasiones acusaron de complicidad a los agentes policiales de servicio en el lugar. ¿Cómo es que los residentes en el sector lo sabían y los agentes policiales no?
Esto debe servir para que el jefe de la Policía, Manuel Castro Castillo, y su equipo, estén claros de que la delincuencia no da tregua y que sus agentes no deben dormirse en sus laureles, sino que por el contrario hay que estar con los ojos bien abiertos.
Quienes tienen la responsabilidad de velar por el orden y la seguridad ciudadana no deben andar de descuidados ni con exceso de confianza, ya que está demostrado que la dejadez y negligencia de las autoridades es una puerta abierta para que entre el desorden y la delincuencia.
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