SHANGHAI, China.- Los esfuerzos y las horas de sacrificio han valido la pena.
El presidente Danilo Medina hizo un recorrido de más de 10 mil kilómetros en aviones desde República Dominicana a China y no se marcha con las manos vacías.
En carpeta se lleva 18 acuerdos que concretan el establecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales entre China y República Dominicana desde el anuncio formal materializado el 1 de mayo de este año.
Los compromisos entre las autoridades de estos dos países implican un arduo trabajo en materias de educación, de infraestructura, de comercio, seguridad pública, transporte aéreo y lo relativo al visado entre altas jerarquías y los ciudadanos comunes.
Es decir, que después que estos convenios fueron refrendados por los presidentes Danilo Medina, de República Dominicana, y de Xi Jinping, de China, se ha abierto una avenida abierta para el entendimiento y el respeto mutuo, sustentada toda la logística en la frase muy manejada de “ganar ganar”.
No solo el Gobierno de Medina debe respetar a la realidad que representa China, sino que también los empresarios y toda la estructura productiva están obligadas a modificar su mentalidad tercermundista y abrirse al mercado enorme que impulsa China hacia el Caribe, Centroamérica y América Latina.
China constituye un gran nicho de oportunidades para explorar las necesidades y perspectivas de sus más de 1,500 habitantes.
El abanico para el mercado debe ser motorizado con sabiduría y decisiones firmes para atraer a los turistas que se desplazan mayormente en Asia, Filipinas, Japón y otros países que han desarrollado un atractivo que gustan a los chinos.
República Dominicana cuenta con todas las infraestructuras y un valor cultural e histórico que podrían encantar a los ciudadanos de China.
Habrá, entonces, que pensar las fórmulas que habrán de implementarse para ofertar a República Dominicana como un destino “Marca país”, ya que dispone de los atractivos con más altas calificaciones en todo el mundo.
China se abre a República Dominicana y otros 48 países que hoy gozan de un tratado de libre comercio, y esta política de respeto mutuo entre las naciones y a su soberanía viene a ser un valor agregado que podría fortalecer el sistema democrático y todo el andamiaje institucional.
China y República Dominicana se han entendido como hermanos en un mundo global que implica grandes retos para el sostén de la democracia y la consolidación de la soberanía de cada país.
Y en el marco de una mutuo convivencia, República Dominicana viene convivir con relaciones respetuosas y armoniosas tanto con Estados Unidos con China.
Solo las autoridades dominicanas y el sector productivo deben encender el motor de sus actividades y emprender el vuelo seguro que representa China para el incremento de la productividad de la nación, lo que repercutirá en beneficios colectivos para los ciudadanos de ambos pueblos.
Editoriales de Paginaextra.com
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