Hillary Clinton: un producto difícil de vender a amplios sectores en los Estados Unidos/Autor: Eloy Tejera
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los estrategas de la candidata presidencial del Partido Demócrata, Hillary Clinton, están afanados en revertir el hecho de que ésta sea tan impopular entre los votantes más jóvenes, ya que se estima que un 30 por ciento de estos ciudadanos está en su contra. A esto hay que agregar que a nivel nacional la tasa de rechazo con la que cuenta es muy alta. Dos ingredientes estos que pudieran crearle problemas y serios obstáculos para convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos.
Las causas que de que Clinton sea una de las candidatas más impopulares en toda la historia de las elecciones de los Estados Unidos, tiene varias causas, y frecuentemente son citadas y mencionadas por analistas. Clinton, quien ha sido además de su primera dama, jefe del Departamento de Estado, a pesar de contar el apoyo de la maquinaria del Partido Demócrata es un producto difícil de vender, para decirlo en términos publicitarios.
Y es que, aunque se quiere pintar como una mujer desvalida, los hechos demuestran que esta es una mujer de poder. Para mostrar por qué está apoyando al candidato presidencial Bernie Sanders y no Clinton, una joven de 20 años recientemente afirmó que ésta no puede quejarse “ya que es blanca y privilegiada”.
Si se estudia con detenimiento Hillary Clinton ha sido parte siempre del poder o del llamado establishment. Desde los días en que su esposo, Bill Clinton, era gobernador en Arkansas, hasta que éste se convirtió en presidente de los Estados Unidos, su historia ha sido la de una política y mujer que va en ascenso.
Primera dama, senadora por Nueva York, jefe del Departamento de Estado de los Estados Unidos nombrada por el presidente Barack Obama –quien la derrotó en el 2008- han sido de los importantes cargos que ha desempeñado y que han posibilitado que hoy sea casi la candidata oficial del Partido Demócrata para las elecciones de noviembre de este año.
Y es que sin lugar, si hay una dinastía de los Bush, también se puede decir con precisión que existe una dinastía de los Clinton. Hay quien lo dice de un modo más crudo, y las llama mafias.
A juicio de algunos la mala imagen de Clinton fue acrecentándose a partir del caso Mónica Lewinsky, el escandaloso affaire que mantuvo su esposo, el ex presidente de los Estados Unidos con la becaria Lewinsky, y el cual estuvo a punto de costarle la presidencia. Lo que pudo haber sido un caso para que ella se convirtiera en una víctima no hizo más que solidificar su imagen de mujer ambiciosa y de una política sin escrúpulos que aguanta todo en pos de no dejar el poder.
Algunos grupos feministas tienen suficientes motivos para acusarla de no representar los mejores intereses y principio de este grupo. Apuntan a que ésta cuando se reveló el escándalo éste se puso de inmediato al lado de su esposo, Bill Clinton, quien posteriormente tuvo que reconocer que el affaire había ocurrido.
Aducen las feministas más destacadas que Clinton ejerció el poder y el machismo y sobre todo la influencia de ser el presidente de los Estados Unidos para tener un romance con una inocente e incauta becaria que apenas llegaba a los veinte años como era el caso de Lewinsky.
Otro punto que ha contribuido a convertirse en una persona y candidata impopular es su relación con los grupos minoritarios, en este caso se le acusa de promover una de las leyes que llevó a más afroamericanos a las cárceles.
Otro importante acontecimiento que contribuyó a que la brecha se ampliara fue la ardua batalla que libraron ella y el presidente Barack Obama por la nominación de la candidatura presidencial del Partido Demócrata.
En ese sentido, la Clinton era la candidata casi segura, y un desconocido candidato negro salió a la palestra y se la llevó de paro. En esa ocasión, los Clinton vieron a Obama como un usurpador, ya que pensaban que de manera natural la candidatura del Partido Demócrata le pertenecía a ella en el año 2008.
Otra de las críticas que se le ha hecho a Hillary Clinton es que a través de su discurso ella da por descontado que éste su momento para ser candidata y que habla desde el yo. Frecuente expresa lo que ha hecho por las minorías y por las mujeres.
En cambio, se afirma que, contrariamente a este discurso del yo, Bernie Sanders, habla de nosotros. Otra de las incongruencias que ha salido a flote y que no han ayudado a que la imagen de persona impopular son sus posiciones respecto al conflicto Israelí-Palestino.
Hace pocos días una de las más conspicuas defensoras de la candidatura de Clinton, afirmó algo que causó un tremendo escándalo y que sin lugar a dudas no la ayudará mucho: Las mujeres que voten por Hillary Clinton tendrá un lugar seguro en el infierno.
Pero no hay que olvidar que la Clinton tampoco ha estado exentado de escándalo como funcionaria pública. Y el hecho de que haya utilizado su correo privado para almacenar asuntos de interés público, la ha perseguido constantemente.
Ser impopular para Hillary Clinton sigue siendo una marca, un lastre, el cual sus asesores y estrategas luchan denodadamente para quitárselo, de cara ya a las elecciones, pues saben que esto es un gran hándicap para convertirse en presidenta.
Algo que era improbable no está del todo descartado, y es que Trump logre materializar ese descontento hacia Hillary Clinton. Si los estadunidenses votaron en contra de Clinton para favorecer a un candidato negro y desconocido como lo era Obama no es descabellado que en el 2016, ya hartos de políticos tradicionales, se decanten por un magnate de boca suelta y de actitud abiertamente anti inmigrante.
Los comentarios están cerrados.