DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Mientras las autoridades policiales y judiciales profundizan las investigaciones sobre el asesinato del presidente Jovenel Moïse, poco a poco comienza a definirse el rol de la comunidad internacional ante el panorama sombrío en el que se desenvuelve este país en espera de una clara voluntad para apresar a los autores intelectuales y materiales del magnicidio.
Las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y representantes de Estados Unidos, la Unión Europea y de Alemania han emitido este sábado un comunicado en el que ponen al desnudo la voluntad de la comunidad internacional para que Haití retorne a la normalidad democrática e institucional, en medio de las investigaciones sobre el crimen cometido por Moïse el pasado miércoles 7 de julio.
Prolongar más la crisis política con la incertidumbre actual sobre quién o quiénes son las autoridades competentes para gobernar a partir de ahora, o celebrar nuevas elecciones en el plazo más prudente, representan las dos vías que tiene a Haití. Los países más poderosos apuestan por un proceso electoral justo y transparente, cuyos resultados sobre el destino futuro de esa nación provenga directamente de la voluntad de los propios haitianos.
De ahí que por el momento, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no tiene sobre la mesa el envío de tropas militares como ha sido requerido por el Gobierno interino del primer ministro Claude Joseph, sino propiciar el ambiente más oportuno para que los haitianos acudan a las urnas y escojan a sus nuevas autoridades por otros cinco años.
Sin embargo, no solo se aspira que Estados Unidos y la comunidad internacional agrupada en las Naciones Unidas y en la OEA demanden una definición del actual panorama político, sino que decidan involucrarse de manera más activa en el proceso de normalidad y de fortalecimiento institucional en Haití.
El futuro inmediato de Haití está en juego. Pero hay vías para salvaguardar el régimen democrático y la protección de los haitianos.
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