DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- El país está estremecido por una ola de delincuencia y criminalidad.
Los dominicanos parecemos que hemos perdido la prudencia y la convivencia.
Los asaltos y los robos de manera tan violenta evidencian que hay factores de la sociedad y de la educación que han fallado.
El afán de lucro y de enriquecimiento a cualquier modo representan causas que desesperan a los ciudadanos.
La falta de valores en las escuelas y en los hogares, en nuestras relaciones como seres humanos, evidencian también que la sociedad dominicana merece revisarse. Que las cosas no pueden seguir como hasta ahora y que nuestros niños deben ser encausados por otro rumbo.
Los padres deben enseñar a los hijos a valorar los pocos bienes y la mucha riqueza, saber que las cosas son gloriosas cuando vienen fruto del trabajo y del sacrificio.
Las cosas fáciles en la vida no conducen a nada. De ahí que tantos jóvenes se pierden en la delincuencia, por la falta de valores y de orientaciones adecuadas en las familias.
Hay que educar en valores y en la necesidad de resaltar el real significado de la familia.
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