DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.-. Lo prudente es que el Gobierno auspicie el diálogo y el consenso sobre el proyecto de reforma fiscal que estudia una comisión especial de la Cámara de Diputados.
Las quejas y las preocupaciones externadas por diferentes sectores, principalmente de los empresarios, deben obligar al Gobierno y al Congreso Nacional a abrir un compás de espera en una posible aprobación del proyecto.
Un retiro de la iniciativa pudiera ser la mejor vía para concitar confianza y así el Gobierno enviar el mensaje de que estaría interesado en propiciar un diálogo sin imposiciones sobre la reforma fiscal.
Si bien hay conciencia sobre la necesidad de la reforma fiscal, por el interés de las autoridades en recaudar más de 122 mil millones de pesos, hay también que entender que el proyecto debe ser fruto de un pacto social.
Es preocupante la advertencia de economistas de que el impacto mayor sería sentido en la clase media de la población, con impuestos en áreas vitales, principalmente mediante la ampliación del cobro del 18 por ciento del Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) a la mayoría de los productos de consumo masivo.
Es recomendable que el Gobierno muestre una disposición al consenso y al diálogo sobre la reforma fiscal.
Igual camino debe transitar sobre los proyectos de reforma laboral y de la administración pública que impulsa la administración del presidente Luis Abinader de manera unilateral.
Los comentarios están cerrados.