(AUTOR: Julio Jiménez, político).- Las últimas declaraciones externadas por los dos aspirantes a la presidencia de la República, Hipólito Mejía y Luis Abinader, con relación al impuesto que pretende aplicar la Dirección General de Aduana a las compras por internet menores de 200 dólares, deja al descubierto las diferencias que empiezan aflorar en el Partido Revolucionario Mayoritario.
Además del acuerdo para respetar la regla de oro de la municipalidad, que consiste en que los regidores y regidoras voten para la presidencia de la Sala Capitular por el candidato o candidata que presente el alcalde o alcaldesa en la escogencia de los bufetes directivos de los ayuntamientos del país.
Es evidente la intensa jornada de proselitismo político que viene realizando el aspirante a la candidatura presidencial del PRM, Luis Abinader, recorriendo toda la geografía nacional, juramentando las estructuras de su proyecto político, más los resultados de las últimas encuestas que reflejan un envidiable posicionamiento, colocándolo como uno de los candidatos presidenciales mejor valorado por los perredeístas y la población en general.
Estas diferencias se profundizan y se hacen públicas, más aún después que observamos la juramentación de un grupo de jóvenes que pertenecían al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), los cuales realizaron el pasado fin de semana un acto político en el que expresan sus deseos y convicción de que el expresidente Hipólito Mejía es la mejor carta de triunfo para encabezar la boleta presidencial del denominado Partido Revolucionario Mayoritario (PRM).
En este acto, se lanzó al ruedo político por el “Movimiento H16”, que significa “Hipólito 2016”, así mismo se están colocando vallas en algunos puntos estratégicos de la ciudad, con diferentes movimientos que promueve la aspiración presidencial de Hipólito Mejía.
“Como dice el popular refrán, de nuestros abuelos del campo, en un mismo gallinero no pueden haber dos gallos”.
Estos acontecimientos son las causas del nerviosismo que demuestran los hipolitistas, lo que los lleva a acelerar el paso y poner en marcha la maquinaria política del “guapo de Gurabo” para que no le canten “nocaut” antes de iniciar la pelea.
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