RÍO DE JANEIRO, Brasil.- La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, enfrenta su última prueba de fuego en camino a su posible destitución del cargo, luego que el Senado votara a favor de que sea llevado a juicio por supuestamente violar normas fiscales administrando el presupuesto federal.
Un total de 59 legisladores se inclinaron a favor del enjuiciamiento de la mandataria, mientras que otros 21 expresaron su oposición.
Una decisión definitiva sobre una destitución o no de Rousseff ocurrirá a finales de este mes con otro debate del tema en el Senado.
El actual jefe del Estado Michel Temer ostenta el cargo desde mayo pasado, cuando los senadores aprobaron suspenderla por un periodo de 180 días.
Sin embargo, Rousseff ha negado las imputaciones y espera una decisión final en esta instancia del Parlamento de Brasil.
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