SANTO DOMINGO. (AUTOR: Félix Núñez, periodista).- El presidente Danilo Medina ha dado un paso importante al emitir un decreto mediante el cual convoca a todos los sectores institucionales y sociales a iniciar las discusiones que permitirán la reforma del sector eléctrico.
Si no hay mayores inconvenientes, el tan esperado pacto eléctrico, que tiene la finalidad de llegar a un gran consenso nacional, sobre un nuevo modelo de generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía eléctrica, podría estar a la vuelta de la esquina.
Frente al fracaso que ha significado la privatización del sistema energético para la mayoría de los dominicanos, albergamos la esperanza de que este pacto implique una reducción significativa del subsidio que paga el Estado y al mismo tiempo cobro y servicio eficiente.
Se habla señores, de que la capitalización le está costando al Estado, cifras ascendentes a los 20 mil millones de dólares, un dinero que sale de las costillas del pueblo y que, sin embargo, no goza de un servicio de energía eléctrica eficiente.
Por eso debemos asumir este pacto eléctrico con el compromiso de salir de los escollos que nos tienen girando en torno a un círculo vicioso, pagando una deuda interminable con plantas que cobran apagadas y otras que son un dolor de cabeza cuando están encendidas.
La concrección de ese pacto debe tocar puntos como la renegociación de contratos leoninos, tales como el acuerdo de Madrid y otros, que todos los años se llevan de las costillas del pueblo, más de 200 millones de dólares.
De no ser así, estaríamos aplicando un paño con pasta al problema energético y seguiremos pagando energía cara y con deficiencia y por ende, no nos quedará más, que continuar nuestro largo camino, sumidos en el subdesarrollo y el atraso.
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