El 13 % de la población mundial continúa viviendo sin electricidad

LISBOA.- El mundo no está bien encaminado para el logro de las metas mundiales en materia de energía para 2030 establecidas dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero se están realizando verdaderos avances en ciertas áreas, en concreto, la ampliación del acceso a la electricidad en los países menos adelantados y la eficiencia de la energía industrial, de acuerdo con un nuevo informe de cinco organismos internacionales.

Las energías renovables están avanzando de manera impresionante en el sector eléctrico, pero no ocurre lo mismo en el caso del transporte y la calefacción, que representan el 80 % del consumo mundial de energía.

Aunque las tendencias mundiales son decepcionantes, algunas experiencias nacionales recientes en todo el mundo ofrecen indicios alentadores. Existen cada vez más pruebas de que, con las estrategias y las políticas adecuadas, los países pueden lograr avances sustanciales en términos de energías limpias y acceso a la energía, y mejorar las vidas de millones de personas.

Tracking SDG7: The Energy Progress Report (Seguimiento del ODS 7: El informe de progreso en materia de energía), anunciado hoy en el Foro de Energía Sostenible para Todos, es el examen más exhaustivo existente de los avances hacia las metas mundiales en materia de energía relacionadas con la electricidad, las cocinas limpias, la energía renovable y la eficiencia energética.

A continuación, se presentan algunas de las conclusiones principales del informe. Se basan en datos oficiales a nivel nacional que miden los avances mundiales hasta 2015 en términos de energía renovable y eficiencia energética, y hasta 2016 en el caso del acceso a la electricidad y las cocinas limpias.

Acceso a la electricidad

  • Mil millones de personas, lo que equivale al 13 % de la población mundial, continúan viviendo sin electricidad. África al sur del Sahara y Asia central y meridional siguen siendo las regiones del mundo con mayores deficiencias de acceso. Casi el 87 % de los habitantes del mundo sin electricidad viven en zonas rurales.
  • El aumento del número de personas que obtienen acceso a la electricidad se ha acelerado desde 2010, pero tendría que cobrar más velocidad para lograr el acceso universal a la electricidad para 2030. Con la tendencia actual, se estima que 674 millones de personas seguirán viviendo sin electricidad en 2030.
  • Algunos de los avances más grandes tuvieron lugar en Bangladesh, Etiopía, Kenya y Tanzanía, donde la tasa de acceso a la electricidad aumentó al menos un 3 % al año entre 2010 y 2016. Durante el mismo período, India suministró energía a 30 millones de personas al año, más que ningún otro país. Por primera vez, el déficit de electrificación en África al sur del Sahara ha empezado a disminuir en términos absolutos.
  • Decenas de millones de personas tienen ahora acceso a electricidad a través de sistemas solares domésticos o conexiones a minirredes. Sin embargo, estas alternativas siguen concentradas en alrededor de una docena de países pioneros, en los que la penetración de la electricidad solar puede llegar a alcanzar al 5 %-15 % de la población.

Cocinas limpias

  • Tres mil millones de personas, lo que equivale al 40 % de la población mundial, no tienen acceso a combustibles y tecnologías limpias para cocinar. La contaminación del aire de los hogares derivada de la quema de biomasa para cocinar y generar calor provoca alrededor de 4 millones de muertes al año. Las mujeres y los niños están más expuestos a este riesgo.
  • En algunas partes de Asia, el ritmo del aumento del acceso a cocinas limpias ha superado el del crecimiento de la población. Estos resultados positivos se deben sobre todo al amplio suministro de gas licuado de petróleo o gas natural por tuberías. En India, Pakistán, Indonesia y Viet Nam, el aumento anual del número de habitantes con acceso a tecnologías limpias para cocinar equivalió a más del 1 % de su población.
  • Sin embargo, en África al sur del Sahara, el crecimiento de la población en los últimos años ha sido cuatro veces superior al número de personas que obtuvieron acceso a tecnologías limpias para cocinar.
  • De las cuatro metas relacionadas con la energía, las cocinas limpias siguen siendo el objetivo más rezagado, debido a la poca sensibilización de los consumidores, las deficiencias financieras, la lentitud de los avances tecnológicos y la falta de infraestructura para la producción y la distribución de combustible. Si se mantiene la trayectoria actual, 2300 millones de personas seguirán usando métodos tradicionales para cocinar en 2030.

Eficiencia energética

  • Cada vez hay más evidencias de la desconexión entre el crecimiento y el uso de energía. El producto interno bruto (PIB) mundial creció casi dos veces más rápido que el suministro de energía primaria en 2010-­15. El ritmo de crecimiento de la economía superó al del aumento del uso de energía en todos los grupos de ingresos y en todas las regiones, salvo Asia occidental, donde el PIB está muy ligado a industrias de alto consumo de energía. Sin embargo, los avances siguen siendo lentos en los países de ingreso bajo, con una intensidad energética por encima del promedio mundial.
  • A nivel mundial, la intensidad energética (la proporción de energía usada por unidad del PIB) disminuyó a un ritmo acelerado del 2,8 % en 2015, la caída más rápida desde 2010. Esto mejoró el descenso anual promedio de la intensidad energética hasta el 2,2 % durante el período 2010-15. Sin embargo, el desempeño sigue estando por debajo del descenso del 2,6 % anual necesario para cumplir la meta del ODS 7 de duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética para 2030.
  • La mejora de la intensidad energética industrial, que se mantiene en el 2,7 % anual desde 2010, fue especialmente alentadora, ya que se trata del sector con mayor consumo en términos generales. Los avances en el sector del transporte fueron más modestos, especialmente en el caso del transporte de carga, y plantea un especial desafío para los países de ingreso alto. En los países de ingreso bajo y mediano, la intensidad energética del sector residencial está aumentando desde 2010.
  • Con inclusión de Japón y Estados Unidos, 6 de los 20 países que representan el 80 % del suministro total de energía primaria del mundo lo redujeron en 2010-15, aunque su PIB siguió aumentando, lo que indica un pico en el uso de energía. China e Indonesia se destacaron entre las economías en desarrollo que consumen mucha energía, con una mejora por encima del 3 % anual.

Energía renovable

  • En 2015, el mundo obtenía el 17,5 % de la energía final que consumía de fuentes renovables, de las cuales el 9,6 % representaba fuentes modernas como las energías geotérmicas, hidroeléctrica, solar y eólica. El resto consistía en usos tradicionales de la biomasa (como leña y carbón vegetal).
  • De acuerdo con las políticas actuales, se espera que el porcentaje de fuentes renovables solo alcance el 21 % para 2030, y que las fuentes modernas crezcan hasta el 15 %, lejos del aumento sustancial que marcan las metas del ODS 7.
  • La rápida caída de los costos permitió que las energías solar y eólica compitieran con las fuentes convencionales de generación de energía en múltiples regiones, lo que aumentó la contribución de las fuentes renovables a la producción de electricidad al 22,8 % en 2015. Sin embargo, la electricidad solo representó el 20 % del consumo final de energía en ese año, hecho que subraya la necesidad de acelerar los avances en los sectores del transporte y la calefacción.
  • La proporción del uso de energía renovable en el transporte está aumentando con bastante rapidez, pero desde un nivel de partida muy bajo, equivalente al 2,8 % en 2015. El uso de energía renovable para la calefacción ha aumentado apenas en los últimos años y se mantuvo en el 24,8 % en 2015. Una tercera parte de este porcentaje proviene de fuentes modernas.
  • Tan solo el avance de China desde 2010 en términos de energía renovable representó casi el 30 % del crecimiento absoluto del consumo de este tipo de energía en el mundo en 2015. Brasil fue el único país entre los 20 mayores consumidores de energía que superó considerablemente el promedio mundial de fuentes renovables para todos los usos finales: electricidad, transporte y calefacción. Desde 2010, la proporción de fuentes renovables en el consumo final de energía en el Reino Unido aumentó un promedio del 1 %, más de cinco veces por encima del promedio mundial.

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