Ya fue enviado al Congreso Nacional el proyecto de Presupuesto para 2015 por un monto superior a los 631 mil millones de pesos. Sin embargo, esta iniciativa presenta un déficit y además ha motivado críticas de diferentes sectores.
Hay recortes o las mismas asignaciones de 2014 en diferentes instituciones públicas, como por ejemplo la Suprema Corte de Justicia o Poder Judicial y la Junta Central Electoral. Está la situación también del Ministerio de Turismo, cuando se plantea una mayor inversión en la promoción del país en el plano internacional para incrementar la captación de turistas.
Estos tres renglones son vitales para el fortalecimiento institucional de la sociedad. En el caso del Poder Judicial es vital que esta instancia dispone de los fondos que permitan la puesta en marcha de acciones e iniciativas que apuntan a consolidar la independencia de la Justicia. El presidente de la Suprema, Mariano Germán, ha emitido su voz de alerta y de alarma ante las consecuencias que tendría el presupuesto asignado, que no llena las expectativas que tenía el Poder Judicial.
Está también el caso de la Junta Central Electoral, que cuestiona el monto de RD$3,150 millones contemplado en el proyecto de Presupuesto de 2015 enviado al Congreso, lo que -según ha informado el Pleno de ese organismo- dificultará los preparativos para el próximo año en el montaje de las elecciones presidenciales de 2016. Es decir, se lesiona el sistema democrático cuando se ata a la Junta a invertir en gastos fijos y en el pago de la nómina.
Ante estos ejemplos citados se urge por una reformulación de las partidas de ese Presupuesto para la Suprema Corte de Justicia, la Junta Central Electoral y el Ministerio de Turismo, así otras instituciones que reclaman por una mayor inversión de recursos para contribuir al desarrollo sostenible en materia social, económico e institucional.
Nada se pierde con el estudio pormenorizado por parte del Congreso de ese Presupuesto de 2015 y si es posible, que se realicen los cambios en las partidas que se necesiten realizar, dentro del racionamiento y la prudencia que entienda el Poder Ejecutivo.
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