SANTO DOMINGO.- No hay dudas que la discusión sobre un posible reajuste salarial genera tensiones y preocupaciones.
Las experiencias han sido acumuladas en medio de las diferencias ya conocidas entre los empresarios y los sindicatos de trabajadores en la mesa de las negociaciones sobre un aumento o no del salario.
Ya los representantes del empresariado y de las centrales sindicales tuvieron un primer encuentro el pasado 15 de enero en el seno del Comité Nacional de Salarios con las divergencias de siempre.
Es decir, los trabajadores con aspiraciones que concitan la atención de los servidores del sector privado, pero los patronos insisten en su posición totalmente conservadora y ajustada a los números fríos de la macroeconomía.
Sin embargo, es positivo el anuncio que ha hecho la minstra de Trabajo, Maritza Hernández, de que los empresarios han pedido que el Comité de Salarios les entregue la propuesta del 30 por ciento que han hecho los sindicatos para analizarla dentro de su contexto económico y fiscal, lo que abre la brecha a una adecuada discusión.
Lo que nunca debe cerrarse es el diálogo entre las centrales y los empleadores. Siempre se podría llegar a un entendimiento justo sobre un pertinente reajuste de sueldos que llene las expectativas económicas que hoy afronta el país.
Con los salarios de miseria que se devengan tanto en el Estado como en el sector privado es prácticamente imposible que se pueda vivir con la dignidad que demanda la familia dominicana.
El escenario está planteado y solo falta que los empresarios y los trabajadores, con la mediación del Gobierno, dejen sus aprensiones de pasado y se abran a analizar el influjo de la situación mundial para determinar que ciertamente urge una mejoría en los sueldos.
Manos a la obra, pues.
Los comentarios están cerrados.