ESTADOS UNIDOS.- No es el primero y tampoco será el último. Kevin Durant dejó ayer claro en ESPN que no acudirá a la Casa Blanca en caso de que los Golden State Warriors reciban la invitación del presidente Donald Trump como campeones de la temporada 2016/17. Y no lo hará porque “no respeta” a quien dirige a día de hoy los Estados Unidos.
“No estoy de acuerdo con lo que hace, así que mi voz se escuchará por no hacer eso (ir a la Casa Blanca). Es una decisión personal (no de los Warriors), pero si conozco bien a los míos, estarán de acuerdo conmigo”, aseguró el alero.
Los incidentes ocurridos el fin de semana pasado en Charlottsville y la respuesta del presidente han vuelto a colocar al país en estado de alerta. Y son muchos los que han decidido atacar a Trump en las redes sociales por, en palabras de Durant, “conducir” (liderar) el aumento de la tensión racial.
LeBron James fue uno de los primeros atletas en condenar lo ocurrido. Lo hizo apelando al amor. Ahora es Kevin Durant quien habla alto y claro desde el altavoz gigante que es ESPN.
“Hemos cambiado para mal, tío. Siento que desde que llegó a las oficinas, o desde que se presentó a la presidencia, nuestro país ha estado dividido, y no es una coincidencia. Cuando (Barack) Obama se sentaba en la oficina, las cosas pintaban bien. Teníamos muchísima esperanza en nuestras comunidades porque teníamos un presidente negro, y era la primera vez. […] Si tenemos a alguien en la oficina a quien no le importa la gente no iremos a ningún sitio como país. En mi opinión, hasta que no le saquemos de allí no habrá progreso”, continuó Durant, que aprovechó la ocasión para agradecer a Colin Kaepernick, LeBron James, Carmelo Anthony, Chris Paul y Dwyane Wade que arrancaran las protestas.
“Para que podamos seguir hacia delante, necesitamos que más atletas y gente con poder e influencia salgan y hablen. […] Es importantísimo para nosotros. Importantísimo para el deporte”.
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