Dos años de Gobierno que marcan un nuevo estilo
(AUTOR: Balbueno Medina, periodista y productor de televisión).– La mayoría de los dominicanos han calificado la gestión de gobierno del presidente Danilo Medina, de exitosa por las acciones que ha emprendido a favor de diversos sectores productivos y por el mantenimiento de la estabilidad económica y política del país.
Sin embargo, uno de los puntos más luminosos de la gestión de gobierno del presidente Medina, estriba fundamentalmente en la forma sencilla, humana y humilde con que se ha conducido desde la posición más alta a que puede llegar cualquier ciudadano o ciudadana dominicana.
A dos años de la gestión del presente gobierno, seguimos cargando acuestas los problemas de los servicios básicos, como energía eléctrica, servicio de agua potable, el sistema sanitario, entre otros, que lamentablemente no han podido ser resueltos por Medina ni quienes le antecedieron.
A esos problemas se han agregado otros que diez o quince años atrás, no eran preocupantes para la sociedad dominicana, pero que se han convertido en un fuerte dolor de cabeza como son: el sicariato, los atracos a mano armada y el auge que ha tomado el narcotráfico en nuestros barrios, campos y ciudades.
Estos últimos problemas han tenido sus causas en la degeneración general que ha tenido la sociedad dominicana, sobre todo de arriba hacia abajo, porque una gran parte de nuestra clase dominante ha perdido la sensibilidad frente al drama humano que viven nuestros niños, jóvenes y adultos en los sectores marginados de nuestro país.
La concentración de riquezas, entre empresarios, políticos y todo aquel que encuentra la facilidad de hacer grandes negocios con el Estado, no solo les ha impedido ver más allá del futuro de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, sino, que también se han convertido en obstáculos para que el gobierno haga lo que tiene que hacer para cumplir las promesas que le hizo al pueblo que lo llevo al poder.
Lo cierto es, que si bien el presidente Danilo Medina ha querido cumplir con su programa de gobiernos de cuatro años, al término de su mandato no lo podrá lograr, porque no le ha sido posible avanzar en la aplicación de los pactos que anuncio al país, debido al boicot que sectores interesados le han montado a los mismos para que no se materialicen.
De esos pactos, solo el Educativo ha podido ser firmado por los diversos sectores representados en el Consejo Económico y Social (CES) que preside Monseñor Agripino Núñez Collado, porque su consenso se produjo mucho antes de que se instaurara el presente gobierno como consecuencia del clamor generalizado de la sociedad dominicana para que se aplicara el 4 por ciento en la inversión de ese sector.
Mientras tanto los Pactos Eléctricos, Económicos y Sociales, continúan patinando porque en su camino se encuentran obstáculos muy poderosos que impiden su materialización, porque les conviene que el país siga sumergido en el caos, el desorden y la inestabilidad, porque de esa forma se lucran grandemente como lo han venido haciendo por más de cinco décadas.
De esa manera, no habrá gobierno que pueda exhibir grandes logros, ni mucho menos saldar la deuda acumulada que en materia energética, económica y social, se tiene con el pueblo dominicano, por lo que romper con ese círculo vicioso y de atraso para el desarrollo nacional, debe ser el reto más grande que un presidente de enfrentar de cara a la historia de nuestro país.
Siendo así, nos gustaría preguntar: ¿Estaría el presidente Danilo Medina dispuesto a casarse con la historia dominicana y gloria de Dios al dar ese paso de avance que necesita nuestro país para superar los años de atraso y de miseria que hemos heredado por la falta de Luz y la deuda social acumulada que padece la nación? . De ser cierto valdrá la pena seguir creyendo en la política y en los políticos de mi país.
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