Campaña electoral
Los dominicanos poseemos unas características distintivas que nos diferencian de cualquier ciudadano del mundo y que nos distingue a leguas, cuando la mirada viene de un observador con conocimiento de causa. Somos fanáticos y apasionados, y hay tres cosas con las que no jugamos:la bandera dominicana (en el ámbito gastronómico), el béisbol y la política.
Nuestro estado permanente es, en política; pobre del iluso que pensó que con calendarizar el torneo electoral en la misma fecha cada periodo, dotaría de sosiego a este pueblo, y le dirigiría el pensamiento hacía otro ideal más allá del diputado, el senador y el Presidente cada dos años.
Ahora es cada cuatro años, pero como el tiempo se va “acortando”, hay que iniciar desde ya! Y poco importa lo que diga la ley de la materia; la campaña hay que iniciarla desde temprano, el que bebe primero, bebe agua limpia.
Los miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que han manifestado sus intenciones de presentarse a lo interno de su partido como candidatos, para combatir en la batalla en el 2016 por el partido morado, han tomado al pie de la letra este refrán, y olvidando lo que establece el instrumento que regula el sistema electoral dominicano, han iniciado su campaña, invirtiendo en vallas, afiches, charlas, operativos médicos, entre otros.
La Ley Electoral 275-97 establece muy claro en su artículo 88 cuando es el inicio y el término del periodo electoral, al señalar que el mismo se entenderá abierto desde el día de la proclama y concluirá el día en que sean proclamados los candidatos elegidos.
La Constitución de la República Dominicana establece en su artículo 212, párrafo IV, que la Junta Central Electoral velará porque los procesos electorales se realicen con sujeción a los principios de libertad y equidad en el desarrollo de las campañas y transparencia en la utilización del financiamiento. En consecuencia, tendrá facultad para reglamentar los tiempos y límites en los gastos de campaña así como el acceso equitativo a los medios de comunicación.
El inicio de una campaña electoral a destiempo, como está sucediendo desde hace varios periodos, es una clara manifestación de una actitud contraria a lo que contempla un sistema electoral, el cual debe tener como elemento principal el principio de igualdad como establece la Constitución; por ello si uno de los candidatos inicia, antes de abierto el proceso, está actuando en detrimento y perjuicio de sus compañeros, convirtiendo el proceso en desigual y antidemocrático.
Hemos hablado mucho de la necesidad de que sea aprobada la Ley de Partidos Políticos y la modificación a la Ley 275-97, sin embargo admito, que nuestro problema, no está en la falta de leyes, nuestro problema radica en la incapacidad de hacer cumplirlas, y en no sancionar a los infractores. A pesar de que no existe el instrumento para regular a los partidos propiamente, es bien sabido que a la Junta Central Electoral se le han otorgado los mecanismos correspondientes a través de la Ley Electoral, así como de la Constitución, para imponer las reglas del juego claras a todos y cada uno de los que incumplan; entendemos pues, que ahora es un buen momento para hacer cumplir el mandato legal en cuanto a la Campaña Electoral.
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