NUEVA YORK.- El crecimiento económico de América Latina y el Caribe podría recuperarse levemente a 2,2 por ciento en 2015, frente a 1,3 por ciento en 2014, la tasa más baja desde la crisis financiera global. No obstante la ralentización, la región ha mantenido sus logros en materia de reducción de la pobreza, dijo el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno.
En su informe de fin de año al Directorio Ejecutivo, que representa a los 48 países miembros del BID, Moreno señaló que ante el magro crecimiento global, con precios de materias primas a la baja y limitados márgenes de maniobra fiscal, los países latinoamericanos y caribeños deberían priorizar reformas que aseguren un crecimiento sostenido e incluyente a mediano y largo plazo.
“La respuesta hoy, más que antes, está en las fuentes de crecimiento de orden interno”, dijo. “Allí tenemos un inmenso desafío: aumentar la productividad. Este es el factor que explica nuestro atraso relativo frente a otras partes del mundo.”
Moreno detalló una serie de reformas e inversiones que la región necesita encarar, entre ellas la profundización de la integración comercial y la modernización de la infraestructura y los servicios públicos. Otros cuellos de botella son la alta proporción de empleos informales en los mercados laborales, el limitado acceso a servicios financieros, la mala calidad de la educación y los bajos niveles de innovación en las actividades productivas.
Al mismo tiempo, los países deberán defender los avances logrados en el campo social. La pobreza ha caído a niveles históricamente bajos (27,6 por ciento en 2014). “No podemos dar marcha atrás”, afirmó Moreno.
A tal fin, los países deberán vigilar cómo evolucionan sus mercados laborales y sus programas sociales para proteger a los sectores más vulnerables de la población. Asimismo tendrán que mitigar los riesgos de desastres naturales, que perjudican desproporcionadamente a los pobres.
El BID tiene mucho que aportar al avance de esa agenda de reformas, agregó Moreno, dado que sigue siendo una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo y asistencia técnica para el desarrollo de la región. En 2014 el BID aprobó más de US$13 mil millones para proyectos en desarrollo institucional (43 por ciento), infraestructura y medio ambiente (38 por ciento), sectores sociales (16 por ciento) y comercio e integración (4 por ciento).
Moreno también destacó el creciente apoyo del BID a proyectos impulsados por el sector privado, que recibieron préstamos y garantías por más de US$2.800 millones en 2014, frente a US$2.116 millones en 2013. Añadió que el Banco ha avanzado en la definición de una propuesta para consolidar sus actividades de sector privado para ganar eficiencia operativa.
La propuesta deberá ser presentada a la Asamblea de Gobernadores del BID cuando se reúnan en marzo en la ciudad coreana de Busán.
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