KABUL, Afganistán.- Al menos 36 milicianos resultaron muertos durante el ataque de Estados Unidos con la bomba no nuclear lanzada este jueves en una zona dominada por grupos extremistas del Estado Islámico.
Las autoridades afganas no reportaron víctimas civiles durante el bombardeo.
Parece que El Ejército estadounidense cumplió el cometido de destruir cuevas y búnkers que trabajaban los extremistas como medio de defensas y así atacar a las tropas en territorio de Afganistán.
La bomba fue lanzada en la provincia de Nangarhar, ubicada próximo a la frontera con Pakistán.
El ataque fue autorizado por el presidente Donald Trump contra una red de túneles en el este de ese país que trabajan los grupos extremistas del Estado Islámico.
Las autoridades militares estadounidenses manejaban informes de que en esa provincia operaba una filial del Estado Islámico.
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