Artículo: Una situación preocupante/Autor: Félix Núñez
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Sin ánimo de exagerar, hay que llegar a la conclusión de que respecto a la seguridad ciudadana, respeto a la autoridad, respeto a la ley y credibilidad de a la justicia, esto marcha patas arriba.
Hay sectores y barrios donde la delincuencia impone su ley y otros que son gente de bien, han perdido la credibilidad en el sistema, a tal punto que toman la justicia en sus manos.
Esto es preocupante y peligroso, pues manda una mala señal tanto dentro como fuera del país; pero peor aún, es que por tomar la justicia en sus manos, cualquier inocente corre el riesgo de ser linchado por confusión.
La descomposición es tan preocupante, que para evitar que lo agredieran, un agente de la Policía Nacional tuvo que ocultarse de una turba armada de revólveres y machetes que asaltó el cuartel de Guatapanal, en Mao, para recuperar una motocicleta que le habían incautado a una persona que transitaba sin papeles.
El caso representa un signo tenebroso sobre la insubordinación contra el principio de autoridad, que invita a reflexionar.
Esto, más los linchamientos de supuestos asaltantes y otros sucesos en que la población ha tomado la justicia en sus manos, es como para quedarse en la casa acostado y arroparse de pies a cabeza.
No es la primera vez que los linchamientos de supuestos delincuentes se ponen de moda, ni es nueva la noticia de que en el país hay zonas rurales donde los destacamentos son viejas casonas de madera, custodiadas por uno o dos agentes.
No basta con apresar a los participantes en la perturbadora acción que recientemente ocurrió en Mao. Las autoridades saben que deben actuar con medidas legales y ejemplares para restaurar el principio de autoridad.
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