ARTÍCULO: “Que no se pierda el control”/Autora: Félix Núñez
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Muchos son los dominicanos que desde pequeños soñaron y aún sueñan con un futuro de paz y triunfo para su país, su familia y en lo personal.
Jóvenes y adolescentes que estudiaron con la meta de prepararse para formar una familia, pero que de pronto han visto ese sueño tronchado, ya sea porque no tuvieron la suerte de tener con que costear sus estudios superiores o porque terminaron una carrera y luego se dieron cuenta que no valió la pena.
Quizás querían casarse, ser alguien importante en la vida, pero las cosas en este país no son siempre como manda la ley, y entonces los malos ejemplos de los de arribas, en ocasiones desestimulan a los de abajo y llevan a los débiles al camino de la delincuencia.
Los golpes de la vida pueden cambiar nuestros planes, si no somos fuertes, o si no tenemos una buena base familiar, precisamente, eso es lo que puede estar pasando a muchos de los que han tomado las calles para delinquir.
Las malas actuaciones de algunos ricos y funcionarios, así como la falta de equidad, se lleva de paro la lucha contra la pobreza de cualquier país, por más buenas intensiones que tenga un presidente.
Hay quienes se llenan de angustias por la falta de oportunidad, otro se desaniman, pero por suerte son más los optimistas. Claro está, ese grupo es siempre es el que mayormente termina en las garras de los que deciden delinquir.
La delincuencia y la criminalidad están en las calles, y ya los que viven de los atracos le importa poco si la casa o el establecimiento comercial tiene gente o no, con el menor descuido posible de los todavía tienen esperanza, entran y se llevan todo. Hay personas, que hasta la compra del mes le han quitado al salir de un supermercado.
Aunque ricos y políticos saben que muchas de sus acciones generan el auge de la delincuencia, esto no parece preocuparle, no así a evangélicos y católicos, quienes ante la falta de acciones de las autoridades, han decidido cambiar sus itinerarios, y así cerrar las iglesias antes de que se oculte el sol.
Los comentarios están cerrados.