Artículo: La inmolación de David Rodríguez/Autora: Talyam Vásquez
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Coincidiendo con las primaveras árabes me tocó explicar lo relativo a la geoestrategia del petróleo en los países árabes en mis clases de geopolítica, e inicié la explicación relatando lo que pudo ser el detonante, la inmolación en Túnez, de Mohamed Bouazizi, un vendedor ambulante de frutas y verduras que cambió la vida de muchos, debido a su sacrificio, evento que desencadenó protestas, no solo en su país, sino en toda la franja norte de África.
Estas pinceladas sobre la causa de inmolación de Mohamed Bouazizi dan cuenta de que no hay que estar del otro lado del mundo para que sucesos de esta naturaleza se repitan, basta con vivir situaciones extremas e ideales que te obliguen a realizar acciones desesperadas, para provocar cambios.
El viernes 25 de septiembre de 2015 el arquitecto David Rodríguez, de la República Dominicana, se suicidó en un baño de la Oficina de Supervisores de Obras del Estado (OISOE), la razón para hacerlo, según publican los diarios nacionales, fue la fuerte presión económica a la que se encontraba sometido, debido al incumplimiento de la referida oficina en el pago de las cubicaciones para realizar la obra, que había “ganado”. Rodríguez, con la intención de cumplir, se endeudó, llegando a un punto que le resultó imposible cumplir con su compromiso y perseguido por la usura y el acoso, optó por el suicidio.
David, probablemente, sí sabía lo que su inmolación iba a provocar, no solo fue el hecho de realizar un disparo, sino la escogencia del lugar, el momento y la decisión de nombrar a esas dos personas de la Institución. Decidió que su muerte no quedara impune, pues esos elementos probatorios destaparon la “caja de pandora”, como bien escribió un colega.
La OISOE, a inicios de esta semana, ha sido blanco de acusaciones que no solo atentan contra la Institución, sino contra todo el sistema, afectando directamente la credibilidad de una de las obras cumbres del gobierno, la asignación de obras por sorteo, para la construcción de escuelas.
Las revelaciones de arquitectos e ingenieros, así como del presidente de la Confederación de Pequeños y Medianos Empresarios de la Construcción (COPYMECON), Eliseo Cristopher, son graves y exigen ser tomadas en cuenta por las autoridades del país, para establecer responsabilidades y aplicar las más duras sanciones para los culpables. Es de justicia que esta tragedia de David y de su familia al menos sirva, para dar al traste con las viejas estructuras de la corrupción y producir los cambios necesarios para que de una vez y por toda, se instaure la institucionalidad en la nación.
Los comentarios están cerrados.