DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.-Desde hace varias semanas existe una situación desesperante y de preocupación por el deterioro del servicio eléctrico.
La población sufre interrupciones en el suministro por más de diez y hasta doce horas en algunos sectores del Distrito Nacional y del interior del país.
Ante la situación, muchos grupos comerciantes temen quebrar en caso de producirse el descalabro del sector energético, lo que las autoridades del Ministerio de Energía y Minas atribuyen a alzas en los precios de los combustibles en el mercado internacional y también a la falta de carbón para las plantas de la Central Termoeléctrica de Punta Catalina, que opera en la provincia Peravia. También el agravamiento del sistema energético es atribuido a la escasez de gas natural.
El agravamiento de la generación eléctrica incide negativamente en las arcas del Estado. La administración de Punta Catalina ha revelado que el país ha perdido 15 millones de dólares por causa de la operatividad a toda capacidad de esta terminal, solamente durante el periodo del 1 al 15 de septiembre, situación que se puede tornar más delicada por la falta de suministro del carbón.
El Ministerio de Energía y Minas ha anunciado que realizará una licitación para la compra de 420 mil toneladas métricas de carbón mineral para la generación de Punta Catalina, lo que no implica que en lo inmediato habrá una mejoría en el servicio, en vista de que el Gobierno debe cumplir con normativas que alargará este proceso, mientras la situación podría convertirse en peligrosa y profundizar el malestar colectivo que hay en la población.
Sin embargo, si preocupante es el deterioro de la generación y del suministro de la energía, que en medio de esta disyuntiva las autoridades gubernamentales pongan en el debate la necesidad de reestructurar la tarifa energética en perjuicio de casi el 90 por ciento de la población. Hay sectores que advierten que el pago de la electricidad podría triplicarse cada mes, lo que tendría un impacto negativo en el presupuesto de las familias y también en los sectores productivos.
El panorama en el campo energético se torna sombrío. El presidente Luis Abinader debe intervenir esta área del Gobierno y evitar un descalabro mayor, en perjuicio de la estabilidad de la economía y de la paz en la ciudadanía.
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