SANTO DOMINGO. (AUTORA: Talyam Vásquez, abogada y politóloga).- Ahora que tenemos unas elecciones a la vuelta de la esquina, una ley de partidos a medio vivir y, en consecuencia, una Ley Electoral que estaría dando sus últimos suspiros, resulta necesario que se valoren instrumentos reales para la culminación exitosa del proceso electoral del 2016.
No solo para el desarrollo del proceso, sino para que el día de las votaciones y en el conteo de los votos se viva una verdadera fiesta de la democracia, que esos resultados sean aceptados por la población, es decir, que haya un ejercicio legítimo.
Es importante que se implementen técnicas y herramientas viables que hayan sido probadas en otros procesos, no solo de la República Dominicana, sino en otras partes del mundo. Una contribución importante, lo constituirían las Misiones de Observación Electoral en las cuales nuestro país ya ha tenido vasta experiencia, inclusive, en los inicios de Observación por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) nos encontramos conjuntamente con Costa Rica como pioneros.
La Observación Electoral es una herramienta básica hacia las transiciones democráticas. La innovación en este caso lo constituiría contar, no solo con entidades internacionales sino, con una red de movilización nacional que trabaje mancomunada, ya sea a través de organizaciones o a título particular para garantizar que la voluntad popular no sea vulnerada.
Esto otorgaría mayor credibilidad a la gestión de la Junta Central Electoral y calmaría los ánimos de los actores del proceso dando al traste con una relación ganar-ganar.
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