DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Nadie en su sano juicio puede pretender, mucho menor imaginar, que en el país existen condiciones para la celebración de las elecciones presidenciales y municipales de mayo venidero.
La pandemia del coronvirus ha venido a desnudar la realidad de nuestro sistema sanitario y la necesidad de toda reunificación de la población dominicana para combatir con éxito la propagación del virus.
Hasta la noche de este lunes se habían reportado 177 dominicanos fallecidos por la expansión y más de 3 mil 167 infectados, de los cuales aun 155 ciudadanos se mantienen en cuidados intensivos saludando por recuperar su salud.
Esta pandemia es una realidad que implica un nuevo aprendizaje para la sociedad dominicana en cuanto al hábito de la cuarentena y de retomar con más dignidad la convivencia en familia, un valor que se había descuidado por actuales tradiciones.
Además de los cambios que el coronavirus obliga en cuanto en los aspectos sociales y económicos, también conmina al liderazgo político a estudiar en perspectivas sobre lo más oportuno sobre las elecciones presidenciales y municipales de mayo.
De ahí que un conglomerado de partidos reconocidos ante la Junta Central Electoral pusieron sobre el debate la necesidad de que los comicios venideros fueran barajados para otra fecha más apropiada y cuando el país no estuviera bajo la amenaza del coronavirus.
Hubo un consenso fuera del correcto escenario de un mesa del diálogo o en la solemnidad que merece la Junta Central Electoral.
Ante el temor imperante en la mayoría de los dominicanos, la Junta ha establecido que el 5 de julio sea la fecha más apropiada para la primera vuelta de las votaciones para elegir al Presidente, Vicepresidente, representantes del Senado y de la Cámara de Diputados, además de cinco diputados nacionales y en el Parlamento Centroamericana. La segunda vuelta, en caso de ser necesaria, sería el 26 de julio, de acuerdo al cronograma elaborado por la Junta.
Ya para julio se espera que el impacto negativo del Covid-19 dejará de sentirse en el país y gran parte del mundo, por lo que ahora compete al país en su conjunto en el labor de concienciación para que la población entienda que la pandemia obliga a acatar la cuarentena decretado por el Gobierno, mientras persista el estado de emergencia con el toque de queda para el resguardo de las vidas de todos por igual.
En cuanto a las elecciones para el 5 de julio, la Junta tendrá una mejor oportunidad para garantizar un proceso más viable y que llene las expectativas que han surgido para el fortalecimiento institucional y del sistema democrático.
LA CONSTITUCIÓN:
Existe un mandato en la Constitución que exige la instauración de nuevas autoridades en el Palacio Nacional y en el Congreso Nacional que debe ser respetado, por lo que solo hechos que superen la voluntad del hombre podrían ser causantes para que más de 7 millones de dominicanos no acudan a las urnas en la fecha prevista por el pleno de la JCE.
Por ahora lo conveniente es luchar con plena conciencia de que el pandemia del coronavirus es una realidad que nos podría a llorar a todos, principalmente si persistimos en desafiar las previsiones y las advertencias venidas desde el Ministerio de Salud Pública y de la Organización Mundial de la Salud.
La solidaridad no es exclusiva, sino que debe ser colectiva para que el mundo pueda retornar a la normalidad, aunque frenado por una recesión global, que es mejor que perder cientos de vidas por una falta de voluntad política, social, económica y, principalmente, humana.
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