BAGDA.-Al menos 3 personas han muerto y decenas han resultado heridas en una operación contra protestas permanentes en cuatro ciudades de Irak, en el primer intento de las autoridades por desmantelar los campamentos desde el inicio de las manifestaciones en octubre pasado.
El coronel Khalil Al Nasiri, de la Policía de Al Nasiriyah, confirmó a Efe la muerte de tres manifestantes en esta ciudad a 350 kilómetros al sur de Bagdad, durante un operativo para reabrir al tráfico un puente tomado por la protesta.
La fuente confirmó además que otras ocho personas resultaron heridas y que las fuerzas de seguridad lograron abrir la carretera que une las provincias de Di Qar y Al Muthanna, aunque la manifestación continúa en el centro de la ciudad.
En Bagdad, efectivos antidisturbios también trataron de desmantelar las tiendas de los manifestantes en la plaza Tahrir, epicentro de la protesta, horas después de que los seguidores del clérigo Muqtada al Sadr decidieran retirarse del lugar.
Una fuente del Ministerio del Interior indicó a Efe que al menos ocho personas resultaron heridas en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes en las cercanías de la plaza Tahrir, aunque finalmente y ante la llegada de más personas a la protesta, los agentes decidieron retirarse del lugar.
También se produjeron enfrentamientos en la ciudad de Diwaniya, 180 kilómetros al sur de la capital iraquí, donde no hubo muertos pero decenas de personas sufrieron problemas respiratorios como consecuencia del humo y los gases lacrimógenos, según la fuente.
En Basora, la segunda ciudad en importancia del país, las autoridades han conseguido quemar las tiendas de campaña y acabar con la acampada de la protesta, siempre de acuerdo a la fuente de Interior.
Al Sadr, que encabezó la resistencia a la invasión estadounidense de Irak en 2003, venía apoyando las protestas que comenzaron el 1 de octubre en demanda de soluciones económicas, el final de la corrupción y la renuncia de los dirigentes del país, así como el final de la presencia de fuerzas extranjeras en el país.
Sin embargo, ayer decidió apartarse de los manifestantes tras una multitudinaria movilización para exigir la salida de las tropas estadounidenses a la que acudieron decenas de miles de personas.
Fuentes de su partido aseguran que desde las protestas trataron de “impedir” que se produjeran esa manifestación y que incluso se produjeron ataques a manifestantes.
“De ahora en adelante, trataré de no interferir con ellos, ni de manera negativa ni positiva, hasta que tengan en cuenta el peligro inminente que aguarda el destino de Irak”, dijo Al Sadr en la noche del viernes.
Con esta decisión y la marcha del viernes, el clérigo chií, que pese a su postura no está alineado con Irán, marca una nueva línea frente a estas manifestaciones que también ha venido respaldando el ayatolá Ali al Sistani.
Las protestas comenzaron el 1 de octubre en demanda de servicios públicos, empleo y el final de la corrupción exigiendo el final del sistema de Gobierno ineficiente en el que ha caído un país sin recursos pese a exportar 4,5 millones de barriles de petróleo diarios.
También piden el fin de la influencia extranjera tanto iraní como estadounidense.
Fuente: EFE
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