Sin apoyo del Consejo de Seguridad, Libia afronta un conflicto permanente y fratricida
LIBIA.- La implosión de Libia debe suponer una pesada carga sobre la conciencia de la comunidad internacional, asegura la fiscal de la Corte Penal Internacional, para quien el combate de la impunidad es fundamental si se quiere estabilizar el país. Fatou Bensouda volvió a reclamar la extradición de tres acusados de crímenes de guerra.
Si el actual conflicto en Libia no cuenta con el apoyo incondicional del Consejo de Seguridad y de la comunidad internacional, el país árabe corre el riesgo de verse envuelto en un conflicto permanente y fratricida.
Esa fue la descripción que hizo sobre la actual situación en Libia la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda, este miércoles al presentar un informe en el Consejo de Seguridad de la ONU.
“La implosión de Libia debe comportar una pesada carga sobre la conciencia de la comunidad internacional y motivar acciones significativas para ayudar a las autoridades libias a estabilizar al país y poner fin al ciclo de violencia, atrocidades e impunidad”.
Para ello, Bensouda dijo que es necesario el combate a la impunidad, que representa a la vez un obstáculo y una amenaza para la estabilidad del país, e informó que su Oficina obtuvo avances en las investigaciones en curso mientras que continúa trabajando en las solicitudes de nuevas órdenes de arresto.
Tres arrestos pendientes
Con relaciones a las detenciones recordó una vez más a Libia que tiene la obligación de arrestar y entregar a la Corte al hijo del exmandatario del país, Saif Al-Islam Gaddafi, así como a Al-Tuhamy Mohamed Khaled,cuya orden de arresto sigue pendiente de resolver tras seis años, y a Mahmoud Mustafa Busayf Al-Werfalli, cuya primera orden de arresto sin ejecutar se emitió hace dos años.
“Los tres fugitivos de la Corte están acusados de graves crímenes internacionales. Estos delitos incluyen crímenes de guerra por asesinato, tortura, trato cruel y atrocidades contra la dignidad personal; y los crímenes contra la humanidad de persecución, encarcelamiento, tortura y otros actos inhumanos”.
Bensouda pidió a Libia y Egipto que, de acuerdo con la Resolución 1970 del Consejo, detengan y faciliten la entrega inmediata de los fugitivos de la Corte.
La violencia continúa desatada
Bansouda condenó estos crímenes y destacó que su Oficina sigue vigilando la situación en Libia. Del mismo modo, indicó que, si las acciones de cualquiera de las partes constituyen crímenes de guerra o contra la humanidad, y cumplen todos los elementos requeridos por el Estatuto de Roma, pueden ser procesadas.
“Permítanme ser clara: no dudaré en presentar nuevas solicitudes de órdenes de arresto contra los responsables de presuntos delitos que están bajo la jurisdicción de la Corte”.
Con relación a los presuntos delitos cometidos contra migrantes en Libia recordó que su equipo continúa recopilando y analizando pruebas documentales, digitales y testimoniales relacionadas con dichos crímenes cometidos en centros de detención.
Añadió que su equipo está cooperando con los Estados que investigan y procesan a individuos que presuntamente cometieron crímenes contra migrantes en Libia y que ha facilitado el progreso en una serie de investigaciones y enjuiciamientos.
La fiscal indicó que la situación en Libia seguirá siendo prioritaria para su Oficina en 2020.
“Próximamente se cumplirá una década desde que este Consejo remitió la situación en Libia a mi oficina. El pueblo de Libia merece paz y estabilidad. Llevar a los responsables de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad ante la justicia facilita ese codiciado resultado”, resaltó la fiscal.
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