Ética y Salario… ¿Alguna relación?
SANTO DOMINGO. (TALYAM VÁSQUEZ, abogada y politóloga).- Cuando un ciudadano desempeña un cargo, ya sea en el sector público o privado, aunque sus empleadores no le digan la realidad del trabajo a realizar, al menos le dicen el salario que percibirá, pensarán ellos, comer es primero y la comida se compra con dinero.
Ya cuando se va a la realidad el trabajo realizado versus salario recibido, todos abren los ojos, es muy ínfimo el salario percibido en relación a lo que se hace, y tomando en cuenta que la canasta aumenta cada día se hace insostenible vivir dignamente.
Esos elementos por décadas han tratado de justificar la actitud de ciertos servidores, cuando por la “izquierda” le piden al que recibe el servicio una dádiva por los servicios prestados bajo el alegato de que lo que le pagan no alcanza ni para el pasaje. Ya no es tan frecuente el clásico ¿y cuanto hay pa’ mi? Pero nos sigue persiguiendo esa acción; vemos en las noticias, oficiales que se desvían de su función hacia lo ilícito, funcionarios que se enriquecen de las arcas del Estado y así sucesivamente.
Pero a pesar de todo ello, y de que pudiera resultar obvia la respuesta hay un dilema moral, pues surge la interrogante de si el bolsillo y el estómago son más fuertes que la ética o si la ética tiene más peso en nosotros.
Cómo le explicamos a un guardia o policía, que ve todos los días las desigualdades y abusos a que es sometido por sus superiores, enviándolo a regar las plantas, bañar el perro, lavar el carro, hacer la compra del supermercado, pintar la casa, entre otras, que independientemente de su salario, su trabajo es digno, pues tiene la responsabilidad de… ¿qué?… ¿cuidar al perro? ¿Barrer el frente?
Se le exige al Estado transparencia, pero son los exigentes los primeros que incumplen y ¡abusan de su poder! ¿Cómo le pueden exigir a la policía protección?, si esos policías se encuentran desprotegidos porque cada día le ultrajan sus derechos.
Si bien hay algunas reformas realizadas por la policía, aun adolecemos de estos abusos; una solución, empiecen a retirar a todos esos guardias de las casas y comiencen Ustedes mismos a bañar a sus perros, a hacer sus quehaceres y si les resulta muy pesado, contraten un personal a tales fines, pero no pretendan tomar a los guardianes del país para su beneficio personal.
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