Una verdadera política social
El Estado puede lograrlo. No hay que hacer campañas estridentes para llegar a la población, basta con una voluntad política en la que se aúnen los esfuerzos de todos y si nos ponemos a una, lo alcanzamos. Una verdadera política social sería la prevención de embarazos en adolescentesy esto se puede.
No hay que llenar la ciudad de vallas ni la radio de anuncios. No hay que atemorizar a nadie, hay que hacerle entender a las niñas y niños que el sexo a destiempo trae consecuencias. Los padres deben jugar su rol, pues no podemos dejarle todo al gobierno.
Pero la sociedad en sí, tiene la mayor responsabilidad. Dejemos de aplaudir esos videos en las redes sociales, en los que se muestran niñas con movimientos sexuales, dejemos de comentarlos, aunque sea para criticarlo, no lo reproduzcamos, simplemente impidamos su propagación. Dejemos de celebrarle a la vecinita, sobrinita y hermanita, los gestos y comentarios alusivos al sexo y hablémosle con honestidad, digámosle con criterio las consecuencias, hablémosle de acción y reacción.
Olvídense padres y madres de la famosa expresión: “mi gallo anda suelto recoja a su gallina”. Es una responsabilidad de ambos. Padres dejen de incentivar a sus hijos, principalmente a los varones, diciéndoles que su hombría se mide por las mujeres con las cuales han sostenido relaciones sexuales.
Involucren a Salud Pública, al Consejo Nacional para el VIH y el Sida y otras Instituciones que trabajan en la materia, no se trata solo de un embarazo, puede haber enfermedades de transmisión sexual. Exíjale a las escuelas de sus hijos a través de la asociación de padres, que incluyan en el programa educación sexual y si lo tienen que lo desarrollen. Inviten a las instituciones encargadas de prevenir embarazos, que vayan a las escuelas a dar las charlas, se necesita de conocedores y expertos en la materia.
Por algo se puede empezar, pero debemos hacerlo, si nosesforzamosveremos cómo se reduce la cifra en poco tiempo.
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