DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- No se explican las intenciones que existen detrás de las paralizaciones de los servicios en los hospitales del Estado.
Más, cuando el Colegio Médico Dominicano está inmerso en unas elecciones que culminarán el 8 de noviembre con una nueva directiva.
Lo correcto sería que el gremio desista de este método de confrontación con el Gobierno y apele a la sensatez hasta tanto se instalan sus nuevas autoridades, abriendo así un compás de espera para un posible diálogo.
Ciertamente que son válidas las reclamaciones del Colegio Médico sobre mejoría en la infraestructura y en los servicios de los hospitales públicos.
También que el Gobierno cumpla con la asignación del reajuste salarial para 5 mil galenos de los centros del Estado.
Sin embargo, no es posible que la población marginada que obliga asiste a los hospitales tengan que prolongar su viacrucis en busca de asistencia. El Colegio Médico retomará las paralizaciones para este jueves y viernes a nivel nacional.
La huelga hospitalaria no resuelve los males de un sistema de décadas.
Los pacientes merecen de servicios más humanizados por el Gobierno y el Colegio Médico.
Y esto solo se logra en el mesa del diálogo y con las credenciales a la luz pública.
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