Fidel Santana llama a la movilidad popular contra corrupción e impunidad
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente del Frente Amplio advirtió que mientras los poderosos se complacen en el boato y el despilfarro de los recursos públicos, la tranquilidad de la mayoría se ha perdido, anulada por la criminalidad, el alto costo de la vida, la precariedad de los salarios, el desempleo, la insalubridad y la incertidumbre de un sistema en que la mayoría no puede desarrollar su vida con dignidad.
Al pronunciar el discurso central en la convención nacional del Frente Amplio, Fidel Santana dijo que en la República Dominicana se necesita un Estado en que impere la justicia y la igualdad de oportunidades, al servicio de todos por igual, que defienda el medio ambiente, sin impunidad, que redistribuya la riqueza y elimine el clientelismo.
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Llamó al pueblo dominicano a continuar movilizándose por el castigo a los funcionarios corruptos de todos los gobiernos.
Agregó que es obvio que con grandes sacrificios humanos se ha conquistado la libertad de expresión, no se persigue a los comunistas y revolucionarios, no hay exiliados políticos ni se limita el libre tránsito ni la libre asociación, pero que la democracia formal ha sido el mejor escenario para una mayor concentración económica y para la permanencia de los privilegios de unas pocas familias frente al desamparo de la inmensa mayoría del pueblo, a pesar del principio de igualdad de derechos establecido en la Constitución de la República.
Vicepresidentes
Más de cuatrocientos delegados del Frente Amplio eligieron también una comisión política de 21 miembros, que incluye cinco vicepresidentes: María Teresa Cabrera, Secundino Palacios, Arsenio Hernández Fortuna, Higinio Báez e Ignacio Espaillat. Y al secretario general, Juan Dionisio Rodríguez Restituyo. El cónclave se realizó este domingo, en el teatro Narciso González, de Villa Juana, en esta capital.
Fidel Santana aseguró que cinco décadas de crecimiento económico dan cuenta de cuantiosas ganancias para los grandes grupos económicos, mientras más del 50% por ciento de la población vive del trabajo informal, sin seguridad de ningún tipo, acompañada de otra parte de la población que vive de empleos formales, devengando salarios de miseria, que no alcanzan para enfrentar los desafíos del diario vivir.
El presidente del Frente Amplio afirmó que sigue siendo una quimera el derecho a la salud, con los hospitales abandonados, sin medicamentos y sin equipamientos; seguimos mal en los índices de rendimiento educativo, aun después de la conquista del 4% para la educación; hay escasez y precariedad de viviendas; falta de servicios adecuados de agua, luz, drenaje pluvial, etc., en muchas comunidades; lo más grave, el deterioro progresivo del medio ambiente, mientras prosperan las empresas extractivas que destruyen ríos y áreas sensibles sin que nada ocurra.
Sin embargo, Santana aseguró que el pueblo no va a creer cualquier cosa, el pueblo ya ha dicho que quiere un Estado sin corruptos y sin impunidad y “el Frente Amplio acompañará a su pueblo en la lucha hasta lograr este inmenso propósito”.
Aseguró que la corrupción no es el único mal que acecha al país, ya que el creciente endeudamiento es un motivo de alta preocupación, no sólo porque compromete una buena parte de los ingresos de la nación para el pago de intereses, sino porque debilita nuestra soberanía y nos arrodilla frente a las instituciones financieras internacionales, al tiempo que genera incertidumbre en los negocios, limitando el acceso a la divisa internacional y generando alzas y fluctuaciones que podrían afectar la estabilidad cambiaria.
Destacó que el aparato productivo del país sigue golpeado, abandonado a su suerte, mientras se estimula la importación, “no solo importamos arroz, también café, ajo, cebolla, productos cárnicos y muchos otros rubros que bien podría la economía dominicana producir, pero que en su afán de favorecer a los importadores, no se repara en la distorsión de nuestra balanza comercial, deficitaria frente a todos nuestros socios comerciales, menos Haití.
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