Tensiones caldeadas entre Estados Unidos y México por la construcción de muro e impuesto a importaciones
WASHINGTON, Estados Unidos.- El Gobierno del presidente Donald Trump no sólo ha ordenado la construcción del muro en la frontera de México, sino que ahora contempla establecer un impuesto del 20 por ciento a las importaciones de ese país para financiar la megaobra, que ha concitado un amplio rechazo tanto de las autoridades mexicanas como de otras naciones.
La Casa Blanca no descarta incluir a otros países en el pago de esas importaciones y así disponer del financiamiento necesario para el levantamiento de muro, en principio se calcula con una inversión de 25 millones de dólares.
Actualmente, por mandato del expresidente demócrata Bill Clinton en 1993, en la frontera de Estados Unidos y México existe un muro con una extensión de 1,200 kilómetros. Sin embargo, entre estos dos países hay otra franja de más de 2 kilómetros que solo está dividida por desierto y otras zonas de poco acceso.
El presidente Trump firmó el miércoles la orden ejecutiva que posibilita el levantamiento de la gran muralla en la frontera, así como otra disposición que establece deportaciones de inmigrantes, principalmente de aquellos que presenten antecedentes penales.
En el plan de la administración de Trump se contempla, por igual, la construcción de varios centros de retención de inmigrantes que crucen la frontera, para ser evaluados y posteriormente devueltos a sus respectivos países.
México, por la cercanía con el territorio estadounidense, sería el más afectado con esta nueva política migratoria, al igual que países menos desarrollados como Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador, cuyos habitantes arriesgan sus vidas en una larga travesía hasta llegar a terrenos mexicanos y así cruzar hacia el lado norteamericano.
El conflicto surgido por la construcción del muro ha comenzado a tener efectos negativos en las relaciones bilaterales. El presidente de México, Enrique Peña Prieto, optó por suspender una visita prevista para el próximo martes con su homólogo estadounidense, principalmente ante la presión de Trump de que el pueblo mexicano asuma la responsabilidad de financiar la megaobra en toda la frontera.
La reacción de Trump y de su equipo es que ese encuentro con Peña Prieto no surtiría el efecto esperado, “a menos que México trate a Estados Unidos de manera justa y con respeto”.
Ante la negativa del Gobierno de México, la gestión de Trump estudia el establecimiento del impuesto del 20 por ciento a las importaciones, de acuerdo a lo anunciado por el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
Aunque no ofreció mayores explicaciones sobre este plan, el funcionario precisó que “si fijas un impuesto del 20 por ciento a 50 mil millones de dólares de las importaciones -que, por cierto, es una práctica de 160 países-, ahora mismo la política de nuestro país es poner un impuesto a las exportaciones y permitir el libre flujo de las importaciones, algo que es ridículo”.
Las estimaciones de las autoridades estadounidenses van dirigidas a recaudar 10 mil millones de dólares cada año por concepto de ese impuesto y así destinar esos fondos a la construcción del muro.
Si bien el plan impositivo será discutido por el Gobierno con el Congreso, entre los expertos se advierte que la medida podría violar el Tratado de Libre Comercio y Canadá, que en 2008 estableció la eliminación de las tarifas arancelarias entre esos países y Estados Unidos.
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